Dinamarca teme verse envuelta en la SDI

La modernización del sistema de radar de la base de Thule, en el noroeste de Groenlandia, por parte de Estados Unidos, ha despertado una tormenta política en Dinamarca, ya que la oposición considera que ello constituye una forma de inserción del país en el proyecto del presidente Ronald Reagan de Inciativa de Deferisa Estratégica (SDI), o guerra de las galaxias.Esta afirmación es rechazada por el Gobierno conserva dor del primer ministro, Poul Schlüter, que tanto a través del ministro de Asuntos Exteriores, Uffe Ellemann-Jensen, como del ministro de Defensa, Hans Engell, mantiene que la...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La modernización del sistema de radar de la base de Thule, en el noroeste de Groenlandia, por parte de Estados Unidos, ha despertado una tormenta política en Dinamarca, ya que la oposición considera que ello constituye una forma de inserción del país en el proyecto del presidente Ronald Reagan de Inciativa de Deferisa Estratégica (SDI), o guerra de las galaxias.Esta afirmación es rechazada por el Gobierno conserva dor del primer ministro, Poul Schlüter, que tanto a través del ministro de Asuntos Exteriores, Uffe Ellemann-Jensen, como del ministro de Defensa, Hans Engell, mantiene que la modernización de la instalación no está relacionada de ninguna manera con el proyecto SDI, y que la decisión fue adoptada mucho antes de que el presidente norteamericano lanzara su proyecto, en marzo de 1983.

Más información

En Thule existe desde 1951 una base naval norteamericana, y desde los años sesenta forma parte de la cadena de estaciones de radar destinada a prevenir la presencia de cohetes dirigidos hacia la parte norte de América. El sistema de radar de Thule ha sido modernizado en más de una oportunidad, y ahora será dotado de un avanzado sistema denominado Pave Paws, que proporciona una más rápida y efectiva prevención a distancias mucho mayores que en la actualidad.

Groenlandia, con más de dos millones de kilómetros de superficie, posee un Gobierno y un Parlamento autónomos, pero su política exterior y su defensa dependen del Gobierno central de Dinamarca.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En