EL SÍNDROME DE INMUNODEFICIENCIA ADQUIRIDA

El cardenal de Nueva York permite a un afectado casarse en la catedral

El cardenal John O'Connor aprobó ayer la celebración del matrimonio de un enfermo de SIDA en la catedral neoyorquina de San Patricio, después de que el rector del templo, James F. Rigney, rechazara la petición de una pareja que deseaba casarse en ese famoso templo de la Quinta Avenida. El novio, David Hefner, de 33 años, padece el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Hefner había mantenido relaciones homosexuales antes de conocer a María Ribeiro, brasileña de origen, con la que contrajo matrimonio civil hace tres años. La autorización de O'Connor evitará otro enfrentamiento entre la...

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El cardenal John O'Connor aprobó ayer la celebración del matrimonio de un enfermo de SIDA en la catedral neoyorquina de San Patricio, después de que el rector del templo, James F. Rigney, rechazara la petición de una pareja que deseaba casarse en ese famoso templo de la Quinta Avenida. El novio, David Hefner, de 33 años, padece el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Hefner había mantenido relaciones homosexuales antes de conocer a María Ribeiro, brasileña de origen, con la que contrajo matrimonio civil hace tres años. La autorización de O'Connor evitará otro enfrentamiento entre la comunidad gay y la iglesia neoyorquina.Hefner y su esposa habían conseguido a el permiso de la catedral para celebrar su boda el próximo 14 de febrero, festividad de San Valentín, día de los enamorados. Sin embargo, a finales de la semana pasada, el sacerdote que debía confirmar la fecha del oficio les llamó para decirles: "Lo siento, pero no podréis casaros aquí". Para los Hefner no fue difícil conocer la razón de esta negativa. El rector Rigney, enterado de que Hefner sufría el SIDA y de su pasado homosexual, se encargó personalmente de prohibir su boda aduciendo motivos de salud pública.

Contagio

Un portavoz de la catedral comentó que se había rechazado esa petición por temor a contagios. Hefner calificó esta razón como sorprendente "porque el SIDA sólo se transmite por contacto sexual"'. Coincidiendo con la negativa, la dirección de la catedral anunció a los sacerdotes de San Patricio que la anulación de la petición de los Hefner no alcanzaba a otras personas que sufrieran otros tipos de enfermedades no contagiosas.Hefner replicó al rector desde una cama hospitalaria, donde se repone de una infección de tórax, declarando: "No puedo entender cómo la Iglesia de Dios puede hacer algo así".

Hefner, que es protestante y cuyo organismo está acusando ya los estragos del SIDA, explicó también: "Yo no soy un asesino, un criminal o un ladrón, yo sólo soy una persona que sabe que está enferma".

El caso ha provocado polémica entre la comunidad gay de Nueva York, que la pasada primavera consiguió que el Ayuntamiento de esta ciudad aprobara una ley local contra la discriminación de los homosexuales. Algunos grupos gay declararon este fin de semana que el caso Hefner es uno de los más claros ejemplos de discriminación.

James S. Rigney y el propio arzobispo neoyorquino, O'Connor, han tenido serias disputas con los homosexuales de Nueva York durante los últimos años, aunque ambos han expresado en repetidas ocasiones su comprensión con las víctimas del SIDA.

David Hefner, peluquero de profesión, conoció a su esposa hace tres años. La pareja contrajo matrimonio civil en febrero de 1984, pero desde hace ocho meses las relaciones de ambos se han visto transformadas por la aparición de la enfermedad. Hefner ha visitado el hospital en cuatro ocasiones y las defensas de su organismo se van debilitando progresivamente. Para Hefner, "el sueño de mi esposa es celebrar una boda en San Patricio, y ésa es una de las pocas alegrías que puedo ofrecerle". María Ribeiro ha sido sometida a tres análisis de SIDA y todos ellos han resultado negativos.

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