Cartas al director

Las prisas de Riaño

Tras felicitarle y felicitarnos por la audiencia que EL PAÍS está dando al problema de Riaño, expreso mi adhesión a la propuesta del doctor Gómez Sal, publicada en su periódico el 11 de diciembre. Ver los problemas de hoy con los ojos de hoy es lo que, con todo derecho, se nos propone.Cuando personas cualificadas como el referido investigador o el geólogo Eraso -que nos da también su opinión en el mismo períódico- llevan sus objeciones a la tribuna pública; cuando conocemos la existencia de un documento que, en el mismo sentido, firman las máximas autoridades científicas del CSIC y de la Unive...

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Tras felicitarle y felicitarnos por la audiencia que EL PAÍS está dando al problema de Riaño, expreso mi adhesión a la propuesta del doctor Gómez Sal, publicada en su periódico el 11 de diciembre. Ver los problemas de hoy con los ojos de hoy es lo que, con todo derecho, se nos propone.Cuando personas cualificadas como el referido investigador o el geólogo Eraso -que nos da también su opinión en el mismo períódico- llevan sus objeciones a la tribuna pública; cuando conocemos la existencia de un documento que, en el mismo sentido, firman las máximas autoridades científicas del CSIC y de la Universidad en Ecología Terrestre, Geografia, Agrobiología y Planificación del Territorio,- cuando las noticias que nos trae la Prensa sobre las actuaciones gubernativas en Riario no pueden ser más preocupantes, escuchar argumentos sobre la inexistencia de problemas ecológicos, sociales o económicos, ausencia de alternativas viables, etcétera (MOPU, en EL PAÍS del mismo día 11), o las alusiones al llamado "principlo de autoridad" (en otras column as del diario), sobre la arrogancia que comportan, llevan a pensar que seguirnos casi en el mismo sitio. Colaborador científico del CSIC

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