Polémica entre los médicos encarcelados y el obispo de Málaga sobre el aborto

El obispo de Málaga, Ramón Buxarrais, y los ginecólogos encarcelados desde hace más de un mes por un presunto delito de aborto mantienen una dura polémica, iniciada por el obispo el pasado lunes, cuando calificó a estos médicos de "verdugos y torturadores vestidos de verde". Germán Sáenz de Santa María y sus compañeros de equipo han replicado desde la prisión con un artículo titulado Señores obispos, nosotros no somos asesinos, publicado ayer en el diario Sur.

El obispo Buxarrais, en su homilía del pasado domingo en la catedral, arremetió contra la nueva regulación del aborto, "que hará...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El obispo de Málaga, Ramón Buxarrais, y los ginecólogos encarcelados desde hace más de un mes por un presunto delito de aborto mantienen una dura polémica, iniciada por el obispo el pasado lunes, cuando calificó a estos médicos de "verdugos y torturadores vestidos de verde". Germán Sáenz de Santa María y sus compañeros de equipo han replicado desde la prisión con un artículo titulado Señores obispos, nosotros no somos asesinos, publicado ayer en el diario Sur.

El obispo Buxarrais, en su homilía del pasado domingo en la catedral, arremetió contra la nueva regulación del aborto, "que hará posible que cómodamente en hospitales y clínicas privadas se triture o asfixie..., en otras palabras: se legalizan nuevas cámaras de gas y tortura camuflándolas de quirófanos, con verdugos y torturadores vestidos de verde".El obispo malagueño afirmó en su homilía, publicada textualmente por varios diarios, que "a costa de tantas vidas arrancadas, los Herodes de nuestro tiempo se comprarán lujosos chalés con piscina y coches millonarios... Pero a Dios no le matarán, y será a él a quien deberán dar cuenta de sus horrorosos crímenes".

En su réplica, los médicos encarcelados acusan al obispo malagueño y al resto de los prelados españoles de defender a ultranza privilegios y prebendas. "Han defendido toda forma de sociedad donde el dominio del fuerte sobre el débil, del fanático sobre el espíritu libre y del oscurantismo e ignorancia sobre la ciencia, y del hombre sobre la mujer, han adquirido su forma más brutal posible, salvo honrosas excepciones, que su misma jerarquía se ha encargado de perseguir".

Los ginecólogos agregan: "Basta ya de llamar asesinos a un Gobierno, a un Parlamento y al pueblo que los votó. Basta ya de confundir libre expresión de ideas y creencias con el fanatismo de querer imponer sus creencias religiosas a una sociedad civil y plural. Basta ya de levantar cruzadas de unos españoles contra otros, y menos manipulando ideas e información, queriendo igualar un quirófano con un campo de exterminio nazi. En los campos nazis", concluyen, "fueron gaseados judíos, gitanos, socíalistas, comunistas, demócratas y patriotas, y frente a ello ustedes, salvo honrosas excepciones, callaron cuando no colaboraron".

Por otra parte, un grupo de 72 médicos participantes en unas jornadas sobre política de salud, organizadas por la Federación de Asociaciones de la Defensa de la Salud Pública (FADPS) en Granada, ha firmaáo una carta dirigida al ministro de Justicia en la que exige la inviolabilidad de los historiales clínicos y se solidariza con las mujeres y sanitaríos detenidos por presuntas prácticas abortivas. Los médicos afirman que Ia interrupción del embarazo es un derecho de la mujer que debe ser protegido y no perseguido por la ley". Los firmantes manifiestan también que "la historia clínica es el elemento fundamental para la relación entre el sanitario y el paciente, y como tal debe ser inviolable", informa Alejandro V. García.

Archivado En