Reportaje:

Vuelva usted el martes

Lo que siempre quiso hacer en lunes y Madrid no le dejó

Quevedo dijo: "Lunes, compra todo lo que hallares a menos precio o de balde", y a esta frase bien podría añadírsele una matización, "mas si vieres que taberna, churrería, museo o sala de bailar no abre, no te sorprendas, que es muy razonable la causa, descansan en lunes". Este es el caso de muchos lugares públicos en Madrid -desde la Filmoteca Española y el Museo del Prado hasta el Planetario y el Centro de Arte Reina Sofía- Todos ellos le aconsejarán que vuelva usted el martes.

Los lunes de Mercamadrid fueron últimamente los más polémicos de la ciudad. Adolfo Pastor, responsable del ár...

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Quevedo dijo: "Lunes, compra todo lo que hallares a menos precio o de balde", y a esta frase bien podría añadírsele una matización, "mas si vieres que taberna, churrería, museo o sala de bailar no abre, no te sorprendas, que es muy razonable la causa, descansan en lunes". Este es el caso de muchos lugares públicos en Madrid -desde la Filmoteca Española y el Museo del Prado hasta el Planetario y el Centro de Arte Reina Sofía- Todos ellos le aconsejarán que vuelva usted el martes.

Los lunes de Mercamadrid fueron últimamente los más polémicos de la ciudad. Adolfo Pastor, responsable del área municipal de Abastos, reflejaba así el problema a últimos de septiembre: "Si cerramos los lunes, los fruteros protestan y se declaran en huelga. Si abrimos, los que van a la huelga son los trabajadores de los mayoristas, que reivindican su derecho al descanso". Tras 10 días de huelga, el conflicto terminó con un decreto del Ayuntamiento por el que Mercamadrid cerrará los lunes comprendidos entre el 16 de octubre y el 30 de abril.Sin polémica, pero con cierta consideración de competencia desleal, abre los lunes aproximadamente un 10% de las churrerías madrileñas. "En la zona centro cierran los domingos, en vez de los lunes, porque lo consideran el día muerto de esta zona. Si no, perderían prácticamente ¡dos días de venta", explica José Luis Martín Ambite, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Churros y Patatas Fritas. "En la asociación no es que esté muy bien visto, pero ya nos hemos acostumbrado", añade.

Pastelerías y confiterías constituyen otro ramo del comercio que, por trabajar los domingos, escogen los lunes para descansar. De cualquier forma, y como sucede en la mayoría de los comercios, los horarios son libres y no hay nada fijo. La Federación de Empresarios de Pastelería y Confitería de Madrid indica que unos cierran los lunes, algunos los martes o los miércoles, otros no cierran.

La Subdirección General de Museos Estatales también ha pensado en el día dedicado a la Luna para el descanso del personal. Se convierte así este día en auténtico coto vedado para la pintura. La mayor parte de los museos madrileños, 20 en concreto, cierra sus puertas al público: desde el Prado, el de Sorolla, el de Lázaro Galdeano, el Español de Arte Contemporáneo y el palacio del Marqués de Cerralbo hasta el Museo de Carruajes, el Arqueológico Nacional, el Naval, el Municipal y el del Ejército.

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando mantiene un horario distinto al resto. Mientras que los domingos y lunes abre desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde, los otros días prolonga la apertura cinco horas más, hasta las siete de la tarde.

Son lunes aciagos no sólo para los visitantes de exposiciones permanentes, ya que centros culturales, salas de exposición y galerías de arte siguen la pauta de los museos: Centro de Arte Reina Sofía, Centro Cultural del Conde Duque, Círculo de Bellas Artes, salas de exposiciones de la Biblioteca Nacional y Centro Cultural de la Villa. La principal razón es que se trata de una jornada de poca afluencia de público.

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Descanso de los actores

La Asociación Profesional de Galerías de Arte, que integra a la gran mayoría de las galerías madrileñas con más de tres años, se ha apuntado al lunes por la mañana para hacer fiesta, en compensación por abrir los sábados por la tarde. Aquellas que abren lo hacen por tener un carácter mixto -ser librerías también, por ejemplo-. El día dedicado a la Luna también es poco propicio para el mundo de la farándula debido a que un 60% de los teatros madrileños cierra.Un buen puñado de restaurantes, bares, cafeterías, discotecas y salas de fiesta -algún cine también- hacen de este día fiesta de guardar. Sin embargo, como dice Rafael Verdasco, presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Madrid, "lo que está en la mentalidad del hostelero es tirar la llave, es decir, cerrar lo menos posible". Verdasco señala que es algo muy aleatorio y siempre en función de la comercialidad: "Muchos aprovechan para cerrar las retransmisiones de la Copa de Europa en miércoles.

De todas formas, el descanso semanal es algo que está vinculado a empresas de tipo familiar; porque de lo que se trata es de trabajar cuanto más, mejor". Las fluctuaciones dentro de este sector van desde quien no cierra nunca hasta determinadas discotecas y salas de fiesta que sólo abren los fines de semana.

El 59% de los españoles orinaba en 1984 que los domingos son para descansar, según una encuesta realizada por el Instituto de la Comunicación Pública en ese año, cuando se planteaba la liberalización de horarios comerciales en España. Precisamente porque no cumplen ese hábito no abren los lunes el Parque de Atracciones, el Planetario y la Filmoteca Española. Lo propio hace la Banda Municipal, salvo ocasiones especiales. Por otro lado, el teatro Real tampoco ofrece ese día conciertos ordinarios de la Orquesta Nacional de España, ni de la Orquesta Sinfónica de la RTVE. Todo ello siempre que el lunes sea día laborable y no Fiesta oficial.

Como tampoco es cuestión de que cunda la pereza del sano divertimiento, el Ayuntamiento ha pensado en el primer día de la semana laboral para organizar visitas a la Casa de la Villa, dentro del programa municipal Turismo para todos. Es una alternativa a la imposibilidad de asistir a esa obra de teatro que tantísimo le apetecía ver, o de darse el gustazo montando en la noria o contemplando un cuadro de Miró que repentinamente se le ha metido entre ceja y ceja.

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