Miguel Ríos debuta en el 'videoclip'

El último éxito del cantante Miguel Ríos, Ruido de fondo, se ha convertido en un insólito videoclip de fotografías animadas. Dirigido por José Luis Berlanga y Carlos Scola, es un intento de resolver los obstáculos -principalmente presupuestarios- que han impedido que se desarrolle en España esa nueva forma de creación.

El fenómeno del videoclip, que ha proporcionado una nueva dimensión visual a la música pop del presente, apenas ha llegado a España. En nuestro país, con una industria discográfica empobrecida y escasas posibilidades de exhibición, el clip decoroso es una ra...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El último éxito del cantante Miguel Ríos, Ruido de fondo, se ha convertido en un insólito videoclip de fotografías animadas. Dirigido por José Luis Berlanga y Carlos Scola, es un intento de resolver los obstáculos -principalmente presupuestarios- que han impedido que se desarrolle en España esa nueva forma de creación.

El fenómeno del videoclip, que ha proporcionado una nueva dimensión visual a la música pop del presente, apenas ha llegado a España. En nuestro país, con una industria discográfica empobrecida y escasas posibilidades de exhibición, el clip decoroso es una rareza.No se trata de que los intérpretes españoles tengan miedo a los vídeos promocionales. Para José Luis Berlanga, uno de los dos realizadores del clip, concebido a partir de la canción Ruido de fondo, de Miguel Ríos, el cantante "se ha portado sorprendentemente, nos ha dado un voto de confianza total". Y eso que el producto resultante no es nada convencional.

"El problema con la imagen es su altísimo coste. Teníamos un presupuesto cercano a los cinco millones de pesetas, lo cual puede parecer mucho, pero es inferior a lo que cuesta el spot publicitario más simple. Enfrentados a ese condicionante, lo hemos resuelto aplicando artesanía a lo que en Estados Unidos se confeccionaría con alta tecnología", añade Berlanga.

Un mes de trabajo

Ruido de fondo combina fotografía con fondos dibujados en una visión humorística de una pesadilla urbana del cantante. Carlos Scola, correalizador del, vídeo, explica que "hubo tres días de sesiones fotográficas en las que se tomaron unas 2.700 imágenes fijas, de las que se ha utilizado la cuarta parte. La elaboración de los decorados, a cargo de Julio Galán, se hizo en una semana; las fotos de los personajes se mueven sobre esos fondos gracias a dos días de rodaje. Añadiendo a eso el tiempo de montaje y preproducción, resulta que cinco minutos de clip requieren casi un mes de trabajo".Para Carlos Scola, que ha colaborado con realizadorers británicos de clips, se ha tratado de un reto personal, "crear algo original dentro de las limitaciones económicas de las discográficas españolas sin estar esclavizados por la letra. A escala profesional no resulta rentable dedicar tanto esfuerzo a un clip, pero era algo que nos apetecía". La música española del presente tendrá que tomar en cuenta los vídeos promocionales como un reto urgente si quiere sobrevivir ante la creciente popularidad del canal Music Box, que se capta con antenas parabólicas y se puede ver en numerosos locales juveniles.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En