Racismo universitario

Mientras miles de estudiantes comienzan las clases de primer curso en sus facultades correspondientes, yo estoy aquí, profiriendo improperios y maldiciendo la hora en la que opté por hacer una carrera universitaria. ¿Que cuál es la causa de mi inusitada cólera? Allá va. Mi infortunio comenzó cuando suspendí dos asignaturas de COU en junio. Me pasé todo el verano temiendo que llegara el fatídico día de la recuperación. Ese día llegó y, felizmente, aprobé. Pero hete aquíque ahora es cuando empieza la segunda parte: preparar selectividad. Después de muchos días de nervios, angustias y mordisqueo ...

Mientras miles de estudiantes comienzan las clases de primer curso en sus facultades correspondientes, yo estoy aquí, profiriendo improperios y maldiciendo la hora en la que opté por hacer una carrera universitaria. ¿Que cuál es la causa de mi inusitada cólera? Allá va. Mi infortunio comenzó cuando suspendí dos asignaturas de COU en junio. Me pasé todo el verano temiendo que llegara el fatídico día de la recuperación. Ese día llegó y, felizmente, aprobé. Pero hete aquíque ahora es cuando empieza la segunda parte: preparar selectividad. Después de muchos días de nervios, angustias y mordisqueo de uñas, volví a examinarme, y pasando por alto el célebre hecho de que la tan nombrada selectividad es una completa tomadura de pelo, diré que conseguí aprobar. El mismo día que me entregaron las notas fui a hacer la preinsripción (hablo del 29 de septiembre), y cuál no sería mi sorpresa. cuando me informaron de que las listas de los admitidos no se harían públicas hasta el día 20 de octubre. Y ahora llegamos al meollo del asunto: hoy han dado comienzo las clases para los alumnos de primer curso de carrera excepto para los que, como yo, aprobaron en septiembre. Y se me ocurre pensar que esto es una marginación total y absoluta, ya que, al no salir todavía las listas, no sé en qué carrera me han admitido y, consecuentemente, ni siquiera puedo colarme en el aula a coger apuntes. En deinitiva, que voy a perder una semana de clase sin proponérmelo, y todo por pertenecer al grupo de las ovejas negras de septiembre. A esto sí que yo le llamo racismo universitario.- Ana Rodrigo.