Editorial:

100 años de Deusto

LOS REYES Juan Carlos y Sofía presidieron ayer en Bilbao la apertura del curso 1986-1987 en la universidad de Deusto, que celebra estos días el centenario de su fundación. Se trata de la primera visita real al País Vasco desde la realizada en febrero de 1981, en el curso de la cual, y frente a la provocación de Herri Batasuna (HB) en la Casa de Juntas de Gernika, don Juan Carlos tuvo ocasión de reafirmar su adhesión a los principios de la democracia, la tolerancia y la convivencia civil, y de proclamar su. confianza en el pueblo vasco. En esta oacasión, HB ha intentado nuevamente aprovechar la...

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LOS REYES Juan Carlos y Sofía presidieron ayer en Bilbao la apertura del curso 1986-1987 en la universidad de Deusto, que celebra estos días el centenario de su fundación. Se trata de la primera visita real al País Vasco desde la realizada en febrero de 1981, en el curso de la cual, y frente a la provocación de Herri Batasuna (HB) en la Casa de Juntas de Gernika, don Juan Carlos tuvo ocasión de reafirmar su adhesión a los principios de la democracia, la tolerancia y la convivencia civil, y de proclamar su. confianza en el pueblo vasco. En esta oacasión, HB ha intentado nuevamente aprovechar la presencia de los Reyes para manifestarse. Los incidentes producidosen las inmediaciones de la universidad y de la sede de la Diputación Foral forman parte de la, realidad cotidiana de Euskadi. En ese sentido, la imagen que los Reyes retendrán de esta segunda visita constituye un reflejo cabal del País Vasco, con su pluralismo y sus contradicciones. Pero la insignificancia de los incidentes, el escaso eco de la iniciativa de HB, que propuso al pleno del Ayuntamiento una moción oponiéndose a la visita real, ha puesto de relieve que la Monarquía encarnada por don Juan Carlos sigue siendo la institución del Estado que suscita mayor consenso en el País Vasco.El centenario de la universidad de Deusto es un acontecimiento, de gran significación simbólica para Euskadi. Fundada en la década en que se produjo el primer despegue industrial de Vizcaya, poco despuéIs del final de la segunda guerra carlista, y un Siglo mas tarde del florecimiento intelectual vasco del siglo ¿te las luces, simbolizado por el conde de Peñaflorida y sus caballeritos de Azcoitia, dicha universidad ha sido durante años, y lo sigue siendo en parte, el principal semillero de técnicos de la Administración y dirigentes empresariales del País Vasco. La ausencia de una universidad pública vasca hasta fecha reciente, efecto de la resistencia del poder central a acceder a esa aspiración de los sectores más dinámicos de la sociedad vasca, ha tendido a ser cubierta en parte por la institución dirigida por la Compañía de Jesús. El balance es contradictorio. Si, por una parte, ha llenado un hueco cultural y docente de gran importancia, por otra, ha impregnado a las clases dirigentes vascas de una serie de valores no siempre favorables a la modiernización de los hábitos intelectuales y sociales.

Dos fechas son decisivas en la historia de Deusto: 1916, fundación de la Universidad Comercial, antecedente de las futuras facultades de Ciencias Económicas, y 1963, reconocimiento oficial por el Estado de los títulos impartidos por Deusto. Ambas fechas coinciden con las dos principales fases de afianzamiento del poderío industrial y financiero del País Vasco: la primera, al calor de la guerra europea, y la segunda, coincidiendo con el inicio del desarrollismo tecnocrático de los años sesenta. Pero esta última fecha representa también el inicio de la paulatina apertura del centro a sectores de las clases medias, quebrando la trayectoria elitista tradicional. En los años sesenta se inicia también un sutil giro hacia la adopción de posturas moderadamente vasquistas, en contraste con la actitud imperante en las dos décadas anteriores. La presencia ayer, junto a los Reyes, de José Miguel de Barandiarán, máxima autoridad mundial en antropología vasca, investido, a sus 96 años, doctor honoris causa, así como del nuevo rector, Jesús María Eguiluz ' de talante democrático y convicciones progresistas, simbolizan ese giro producido en Deusto.

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