Los ministros de Defensa de la OTAN debaten los resultados de Reikiavik

Los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica inician hoy una reunión de dos días en la remota localidad escocesa de Gleneagles, con una agenda en la que figura entre sus puntos principales la estrategia nuclear y no nuclear de la organización después de la cumbre de Reikiavik entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el máximdo dirigente soviético, Mijail Gorbachov.

La ocasión para esta reunión la depara la cuadragésima sesión del Grupo de Planes Nucleares (GPN) de la OTAN, que se reúne dos veces al año. Narcís Serra será el primer ministro de Defensa español que asiste a...

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Los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica inician hoy una reunión de dos días en la remota localidad escocesa de Gleneagles, con una agenda en la que figura entre sus puntos principales la estrategia nuclear y no nuclear de la organización después de la cumbre de Reikiavik entre el presidente norteamericano, Ronald Reagan, y el máximdo dirigente soviético, Mijail Gorbachov.

La ocasión para esta reunión la depara la cuadragésima sesión del Grupo de Planes Nucleares (GPN) de la OTAN, que se reúne dos veces al año. Narcís Serra será el primer ministro de Defensa español que asiste a una reunión del GPN, organismo del que Francia no es parte.Los ministros tendrán ocasión por vez primera desde la cumbre de Reikiavik de escuchar de labios del secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger, las verdaderas concesiones hechas por Estados Unidos en la negociación con la Unión Soviética, unas concesiones que han causado profunda preocupación por sus implicaciones futuras en algunas capitales de Europa occidental, principalmente Bonn, Londres y París.

El temor expresado privadamente por altos funcionarios de los Gobiernos de esos países se refiere a la situación en que quedaría Europa occidental si las dos superpotencias llegan al acuerdo de eliminar totalmente los misiles de alcance medio: los misiles de crucero y Pershing 2 por parte norteamericana y los SS-20 por parte soviética. Esto, según afirman los funcionarios, dejaría a Europa Occidental a merced de los cohetes soviéticos de corto alcance (SS-21, SS-22 y SS-23, con un alcance de entre 100 y 900 kilómetros) y, de la tremenda superioridad de los países del Pacto de Varsovia en fuerzas convencionales.

En iguales términos se han expresado varios generales de la Alianza Atlántica, incluidos su jefe militar supremo, Bernard Rogers, y su segundo, el general Hans Mack, para quienes, los norteamencanos estuvieron a punto de cargarse en Reikiavik toda la doctrina de la respuesta flexible, sobre la que está basada la OTAN desde 1967.

En un intento de calmar a los aliados europeos, el secretario adjunto de Defensa norteamericano, Richard Perle, manifestó ayer a la cadena de televisión BBC-1, que en Reikiavik la Unión Soviética había accedido a que "EE UU y sus aliados europeos tengan el derecho a introducir un número equivalente de núsiles de corto alcance para igualar a las fuerzas soviéticas".

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El poder civil

Perle añadió: "Con todos los respetos que me merece el general Rogers, las decisiones políticas de la Alianza las tomansus líderes civiles y no militares".

Los ministros deben además examinar y aprobar un estudio sobre una posible amenaza terrorista nuclear y unas nuevas normas políticas para el uso de las armas nucleares, que no han sido puestas al día desde 1969

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