Malentendido de Reagan

Cuando el pasado domingo leí en su periódico el artículo titulado Reagan, ese malentendido (EL PAÍS, 31 de agosto), decidí escribir una carta para felicitar a su autor, mi admirado Mario Benedetti, por su magnífica colaboración. Pero el texto se quedó entre mis papeles sin ser enviado. Hoy, sin embargo, me siento obligado a salir al paso de las afirmaciones vertidas por don Fernando Nogales Álvarez en su carta del 6 de septiembre. Resumo mi réplica en los siguientes puntos:

1. El señor Nogales ve el fantasma del comunismo en el discurso de Benedetti, lo qule indica que ha ...

Cuando el pasado domingo leí en su periódico el artículo titulado Reagan, ese malentendido (EL PAÍS, 31 de agosto), decidí escribir una carta para felicitar a su autor, mi admirado Mario Benedetti, por su magnífica colaboración. Pero el texto se quedó entre mis papeles sin ser enviado. Hoy, sin embargo, me siento obligado a salir al paso de las afirmaciones vertidas por don Fernando Nogales Álvarez en su carta del 6 de septiembre. Resumo mi réplica en los siguientes puntos:

1. El señor Nogales ve el fantasma del comunismo en el discurso de Benedetti, lo qule indica que ha hecho del artículo una lectura selectiva (es decir, sólo ha leído lo que le interesa), y que, por supuesto, desconoce la línea ideológica del escritor uruguayo.

2. Llama "ignorante en teoría política" al profesor Chomsky, lo cual entra de lleno en el terreno de la descalificación, gratuita. No cabe duda de que las palabras del señor Nogales esconden cierto resentimiento hacia posiciones cívicas que no comparte.

3. También se permite dudar del carácter de intelectual de Benedetti, algo especialmente molesto para los que seguimos su trayectoria como poeta, ensayista y dramaturgo. No hay doble moral en alguien que defiende los modestos y precarios logros de las minorías y los oprimidos frente a la prepotencia imperialista mostrada por el Norte opresor.

4. El señor Nogales aduce el texto de Benedetti como prueba de que en España somos más analfabetos que en EE UU, algo que no sé a qué viene (puede que el señor Nogales piense que Benedetti es español). Me permito aconsejarle que se pase vídeos de escenas de la vida cotidiana en Centroamérica, Chile, Bolivia, Colombia, Brasil (hasta hace muy poco, Uruguay y Argentina) y piense si el antiamericanismo no está, desde una perspectiva suramericana, plenamente justificado.

Por último, no quiero dejar de felicitar a EL PAÍS por haber recuperado para sus lectores la palabra alerta y responsable de Mario Benedetti. Es algo que nos hace mucha falta en una sociedad cada vez más utilitaria y menos comprometida.-