Chieftains y Benito Lertxundi, dos maestros

En tan sólo dos ediciones, el encuentro de música popular que se celebra bianualmente en Las Palmas de Gran Canaria para las fiestas de San Juan se ha convertido en uno de los más importantes que tienen lugar en toda España. Por la calidad intrínseca de los grupos y cantantes que en él se ofrecen y por la amplitud de criterios que permite asistir a una panorámica variada y completa de los diversos estilos de música popular.Músicos y cantantes de Irlanda, Egipto, Cuba, Euskadi, Andalucía y, por supuesto, Canarias, han llenado la plaza de Santa Ana en Las Palmas y han entusiasmado a un público q...

En tan sólo dos ediciones, el encuentro de música popular que se celebra bianualmente en Las Palmas de Gran Canaria para las fiestas de San Juan se ha convertido en uno de los más importantes que tienen lugar en toda España. Por la calidad intrínseca de los grupos y cantantes que en él se ofrecen y por la amplitud de criterios que permite asistir a una panorámica variada y completa de los diversos estilos de música popular.Músicos y cantantes de Irlanda, Egipto, Cuba, Euskadi, Andalucía y, por supuesto, Canarias, han llenado la plaza de Santa Ana en Las Palmas y han entusiasmado a un público que en la mayor parte de los casos escuchaba por primera vez lo que sonaba en el escenario.

Una primera conclusión de estos dos primeros días de encuentro podría ser constatar los avances realizados por los dos grupos canarios participantes, el Taller Canario de Canción -unión de tres jóvenes cantautores, Pedro Manuel Guerra, Reigelio Botans y Andrés Molina- y Nueva Semilla, un grupo algo más veterano en etapa de maduración y renovación. Dos muestras bien definidas y encaminadas de una canción que se plantea romper los esquemas formales de los grupos folelóricos canarios en una aventura musical que se ha intentado repetidas veces en las islas sin conseguir la repercusión necesaria.

Carlos Cano, embarcado en la fructífera aventura de devolver a la copla y a la tonadilla la dignidad perdida, interpretó básicamente temas de sus dos últimos discos con la sensibilidad y la fuerza precisa para que sus coplas líricas o críticas alcanzaran resonancia y comunicación en un recital seguro y firme de un cantante que se encuentra en plena madurez creativa.

La sorpresa étnica del encuentro la constituyó la presencia de los Músicos del Nilo, formación egipcia de claro virtuosismo instrumental y fuerte presencia escénica. Junto a ellos, la presencia de Chieftains y Benito Lertxundi puso la guinda de maestría que tan completa oferta musical reclamaba.

Benito Lertxuridi es uno de los creadores de canciones más inspírados y profundos que es posible encontrar hoy en día. Aunque hubo de tropezar con el único problema técnico que se ha dado en las seis actuaciones, las clíficultades de sonido no lograron empañar la sobriedad y la belleza de sus canciones ni la sonoridad límpida, transparente y perfecta del grupo de músicos que le acompañan.

El público canario quedó subyugado por el recital de Chieftains, maestros indiscutibles de toda la saga de músicos celtas que ha surgido tras ellos. La perfección de su actuación y su capacidad de síntesis de toda la música irlandesa justifica, junto al trabajo de los demás participantes, el esfuerzo realizado para celebrar este festival.