Cartas al director

Sueldos de profesores

Es sabido que, según la ley de Reforma Universitaria (LRU), la figura de profesor contratado en los niveles actuales (ayudantes, colaboradores, titulares, agregados y catedráticos) desaparece a partir de octubre de 1987. Muchos profesores quedan todavía ocupando plazas interinas o de contrato en la Universidad española, y entre éstos, los titulares y catedráticos vienen cumpliendo funciones en un todo equiparables a las de profesores numerarios. Ahora, el proyecto de real decreto del Ministerio de Educación y Ciencia sobre retribuciones del profesorado universítarío para 1986 nos aclara...

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Es sabido que, según la ley de Reforma Universitaria (LRU), la figura de profesor contratado en los niveles actuales (ayudantes, colaboradores, titulares, agregados y catedráticos) desaparece a partir de octubre de 1987. Muchos profesores quedan todavía ocupando plazas interinas o de contrato en la Universidad española, y entre éstos, los titulares y catedráticos vienen cumpliendo funciones en un todo equiparables a las de profesores numerarios. Ahora, el proyecto de real decreto del Ministerio de Educación y Ciencia sobre retribuciones del profesorado universítarío para 1986 nos aclara, con cifrag a la vista, la lamentable confusión en la que habíamos caído: el nivel académico o categoría profesoral no tiene nada que ver con la retribución.En 1986, un catedrático contratado gana 647.602 pesetas menos al año que uno numerario; el primero percibe 170.492 pesetas más al año que en 1985, mientras que.el segundo aumenta 470.493 pesetas. Esto parece lógico si se tiene en cuenta que los buenos profesores son solamente los numerarios (aunque el ministerio haya debido recurrir a los contratados para evitar el colapso de la Universidad en los últimos 10 años). El incremento correspondiente al sueldo de interinos y contratados en todos los niveles académicos, en comparación con los profesores numerarios, es tan bajo que, ahora, los catedráticos y agregados interinos y contratados ganan menos que los titulares numerarios. Esto sin contar los trienios de los profesores numerarios, que, aunque el tiempo pase para todos, son los únicos a los que su antigüedad premia económicamente. Por supuesto, los profesores con dedicación parcial no aumentan en nada sus retribuciones.

La función directiva también se privilegia en 1986. El suplemento en retribuciones por la dirección de un departamento aumenta en 199.008 pesetas al año comparado con. 1985.

Esto, indudablemente, refleja que solamente los nuevos departamentos dé la Universidad española -en un número bien inferior a los que había en 1985, y reestructurados conforme la LRU y decretos posteriores- son dignos de que sus directores ganen sustancialmenté más. Y las candidaturas a rector habrán de verse incentivadas económicamente en 1986 y años subsiguientes, porque éstos ganarán 1.065.384 pesetas al año más, no así las correspondientes aí director de instituto de ciencias de la educación, que sólo ganará 30.648 pesetas más que en 1985.

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La Universidad española se jerarquiza, marcando las lógicas diferencias entre profesores de primera y de segunda clase. Sobre una base económica tan justa y equilibrada, no cabe duda que la reconversión del profesorado universitario será todo un éxito.-

Catedrático contratado y director del departamento de citología e histología, facultad de Ciencias, universidad Autónoma de Madrid.

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