La reconversión de la empresa Enpetrol afecta a 288 trabajadores en Tarragona

La reducción de personal presentada por la dirección de Enpetrol (EMP) afecta aproximadamente a un 28% de la plantilla de la refinería de Tarragona, ubicada en la Pobla de Mafumet. La reducción de puestos de trabajo ha quedado establecida en 288, de los 1.037 que actualmente integran la plantilla.La fábrica de Tarragona es la tercera de Enpetrol en cuanto al número de trabajadores (los primeros puestos los ocupan las de Puertollano y Cartagena) si bien ocupa el segundo lugar en cuanto a volumen de producción, siguiendo a la de Puertollano. Por ser el centro de más reciente creación, de los cin...

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La reducción de personal presentada por la dirección de Enpetrol (EMP) afecta aproximadamente a un 28% de la plantilla de la refinería de Tarragona, ubicada en la Pobla de Mafumet. La reducción de puestos de trabajo ha quedado establecida en 288, de los 1.037 que actualmente integran la plantilla.La fábrica de Tarragona es la tercera de Enpetrol en cuanto al número de trabajadores (los primeros puestos los ocupan las de Puertollano y Cartagena) si bien ocupa el segundo lugar en cuanto a volumen de producción, siguiendo a la de Puertollano. Por ser el centro de más reciente creación, de los cinco de EMP, la edad media de los trabajadores de Tarragona está por debajo de la de Puertollano, Cartagena, La Coruña y Madrid y se sitúa en los 36 años, por lo que la jubilación forzosa a los 59 y 60 años que la dirección pretende afectaría tan solo a unos 50 trabajadores, menos de la quinta parte de la reducción pretendida. Ante este hecho, la propuesta empresarial consiste en establecer un plan de traslados durante los próximos cuatro años para cubrir las vacantes que resulten en los otros centros.

Según esta propuesta, los traslados tendrían carácter voluntario durante los dos próximos años peto a partir de 1988, si no se hubiera satisfecho el objetivo empresarial, se realizarían obligatoriamente. El comité de empresa se ha negado a admitir los traslados forzosos.

El presidente del comité de empresa de la refinería tarraconense Ricardo Gil, considera que si la partida dedicada a salarios tan solo supone el 7% del total de gastos de EMP, según los datos facilitados, sería necesario estudiar una reducción de los costes atendiendo a otras partidas, tales como el volumen de ventas y compras. "Nosotros somos los primeros interesados en la competitividad de la empresa, pero no estarnos dispuestos a que sólo recaiga sobre los trabajadores", manifestó.

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