La primera negociación para reducir la presencia militar de EE UU se celebrará en pleno periodo electoral

La primera reunión negociadora hispano-norteamericana sobre la reducción de la presencia militar estadounidense en España se celebrará, como estaba previsto, antes de concluir el próximo mes de junio, a pesar de que el Gobierno ha decidido adelantar las elecciones legislativas, según han asegurado fuentes gubernamentales. Las líneas generales de esa reunión serán fijadas en la entrevista que mantendrá a finales de mayo en Washington el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el secretario del Departamento de Estado, George Shultz.

El mantenimiento de las f...

La primera reunión negociadora hispano-norteamericana sobre la reducción de la presencia militar estadounidense en España se celebrará, como estaba previsto, antes de concluir el próximo mes de junio, a pesar de que el Gobierno ha decidido adelantar las elecciones legislativas, según han asegurado fuentes gubernamentales. Las líneas generales de esa reunión serán fijadas en la entrevista que mantendrá a finales de mayo en Washington el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y el secretario del Departamento de Estado, George Shultz.

El mantenimiento de las fechas previstas para esa primera reunión negociadora sobre la presencia militar estadounidense en España se debe, según las fuentes informantes, a que "no existe ningún hecho en el panorama político futuro de España" que justifique la modificación de la intención del Ejecutivo de lograr reducir la cifra de militares estadounidenses en nuestro país y el número de bases que utilizan.La presencia de Fernández Ordóñez en Washington a finales de mayo se debe a que para el próximo día 27 ha sido fijada en la capital norteamericana la reunión bianual del Comité Conjunto Hispano-norteamericano, que será copresidida por el ministro español y por Shultz. Al margen de la reunión de trabajo, ambas autoridades mantendrán un encuentro para estudiar, entre otras cosas, el futuro dejas negociaciones sobre la reducción de tropas estadounidenses en España.

Las fuentes informantes señalaron que existe preocupación en el Gobierno ante la posibilidad de que la cercanía de la primera reunión negociadora con la fecha de las elecciones legislativas, fijadas para el 22 de junio, sea interpretada por algunos sectores como una maniobra electoralista por parte de los socialistas. De hecho, la reunión negociadora tendrá que celebrarse pocos días antes o después de la jornada electoral. Asimismo, estas fuentes señalaron que tras el ataque militar de EE UU a Libia la Opinión pública española es más favorable a la reducción de la presencia estadounidense en España.

El Gobierno español ya hizo pública su opinión de que una vez que España está en la OTAN deben abandonar el país los efectivos norteamericanos cuyas misiones no puedan ser cubiertas por las propias Fuerzas Armadas españolas o cuyos cometidos no estén directamente relacionados con la defensa de Europa y de los intereses europeos.

Abandono de Torrejón

En este contexto, y aunque nunca ha sido difundido oficialmente, el Gobierno español, a la vista de los informes técnicos elaborados por expertos de los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, planteará en la negociación el abandono total por parte estadounidense de la base de Torrejón (Madrid), y propondrá, en el mejor de los casos para Washington, una presencia mínima norteamericana en las bases de Zaragoza y Morón (Sevilla). Igualmente, España pretende que los norteamericanos abandonen la mayoría de la decena de estaciones de radio y comunicaciones repartidas por la geografía nacional.La base de Rota (Cádiz) es considerada "intocable" por Washington, ya que se trata de uno de los puntos de apoyo más importantes para la VI Flota, que patrulla permanentemente por el Mediterráneo. En opinión de altos cargos del Ministerio de Defensa, la presencia norteamericana en Rota también es positiva en las actuales circunstancias para el Gobierno español, ya que las Fuerzas Armadas españolas reconocen hoy su incapacidad para controlar un estrecho de tan alto interés estratégico como el de Gibraltar.

Con estas perspectivas del Gobierno español, la presencia militar estadounidense en España -establecida ahora en más de 12.000 hombres- puede quedar reducida a la mitad.