La guerrilla comunista no cree en estos comicios
En la elección presidencial de hoy en Filipinas, Marcos se enfrenta en las urnas a la candidata de la oposición, Corazón Aquino. Pero otro enemigo político seguirá influyendo poderosamente en la escena filipina: la guerrilla comunista. Los insurrectos, según reconoce el Gobierno de Marcos, operan en 60 de las 74 provincias filipinas y, según datos del Gobierno norteamericano se mueven libremente en un 20% de las 41.615 poblaciones del archipiélago.En la jornada electoral de hoy la guerrilla y su alter ego, el ilegal Partido Comunista, propugnan la abstención, porque están convencidos de...
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En la elección presidencial de hoy en Filipinas, Marcos se enfrenta en las urnas a la candidata de la oposición, Corazón Aquino. Pero otro enemigo político seguirá influyendo poderosamente en la escena filipina: la guerrilla comunista. Los insurrectos, según reconoce el Gobierno de Marcos, operan en 60 de las 74 provincias filipinas y, según datos del Gobierno norteamericano se mueven libremente en un 20% de las 41.615 poblaciones del archipiélago.En la jornada electoral de hoy la guerrilla y su alter ego, el ilegal Partido Comunista, propugnan la abstención, porque están convencidos de que Marcos ganará a su oponente recurriendo si es necesario a todo tipo de corruptelas y fraudes en las mesas electorales. Pero aun convencida de la inutilidad de este elección, la guerrilla ha prometido evitar la violencia en el día de hoy, para respetar la voluntad popular y para que este ensayo sirva de prueba a la población de la inutilidad de unas elecciones montadas desde el poder del presidente Marcos.
La presencia rebelde
Según datos del Gobierno filipino recogidos de un informe de la revista Time, en 1985 murieron en choques con la guerrilla comunista 1.203 civiles y 144 militares. La presencia rebelde es importante, sobre todo en la isla de Negros y en la rica zona de Mindanao. Las cifras oficiales hablan de 12.000 guerrilleros, aunque los propios rebeldes dicen ser más de 20.000.
En una reciente entrevista en Time, Marcos admitía que la relación entre soldados y guerrilleros se había deteriorado hasta situarse en la cifra cuatro a uno. Y para situar esa relación en lo que los analistas consideran un nivel efectivo para controlar una insurgencia, entre ocho y once soldados por cada rebelde, el Gobierno está entrenando a 11 nuevos batallones de 670 hombres cada uno.
El NPA tiene su gran aliado político en los 30.000 miembros del ilegal Partido Comunista de Filipinas. La alianza de los comunistas y de los guerrilleros del NPA es una de las 22 organizaciones que forman el Frente Democrático Nacional, una coalición de grupos sindicales, vecinales, religiosos y de otros sectores izquierdistas, que suman un millón de afiliados, y cuyo comité ejecutivo se cree que está dominado por los comunistas. Además de su influencia en este bloque, muchos oponentes moderados al régimen de Marcos acusan también a los comunistas de estar infiltrados en Bayan, una federación de grupos izquierdistas que dicen contar con un millón y medio de simpatizantes.
La guerrilla del NPA, derivada de la creación, en 1968, de un nuevo partido comunista de tendencia maoísta, constituye la oposición militar más significativa al régimen de Marcos. Otro grupo guerrillero, el Frente Nacional de Liberación Moro, ha sufrido una fuerte declinación tras el rendimiento masivo de sus combatientes durante 1984.