EL REFERÉNDUM DE LA OTAN

La política de seguridad y la convocatoria del referéndum se discutirán en un solo acto

El Gobierno ha decidido formalmente separar en dos el debate de política de seguridad y la autorización del Congreso para convocar el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, que se celebrarán el próximo 4 de febrero. En la práctica, ambos quedarán subsumidos en uno, a riesgo de que los portavoces, en caso contrario, repitan sus intervenciones. El decreto de convocatoria del referéndum, que contiene la pregunta y la fecha, será sometido tan sólo a votación. Los miembros de la Mesa del Congreso conocieron la pregunta del referéndum por la radio, lo que fue calificado de Desconsider...

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El Gobierno ha decidido formalmente separar en dos el debate de política de seguridad y la autorización del Congreso para convocar el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, que se celebrarán el próximo 4 de febrero. En la práctica, ambos quedarán subsumidos en uno, a riesgo de que los portavoces, en caso contrario, repitan sus intervenciones. El decreto de convocatoria del referéndum, que contiene la pregunta y la fecha, será sometido tan sólo a votación. Los miembros de la Mesa del Congreso conocieron la pregunta del referéndum por la radio, lo que fue calificado de Desconsideración del Gobierno hacia el Parlamento".

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A las doce de la mañana de ayer se reunían los miembros de la Mesa del Congreso, presidida por su titular, Gregorio Peces-Barba, un tanto desconcertados por cuanto, en el palacio de la Moncloa, el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, celebraba una conferencia de prensa en la que daba a conocer todos los detalles del referéndum. Guerrra hacía pública, asimismo, la comunicación del Gobierno destinada al Congreso con las líneas generales de lo que será el debate de política de seguridad y el decreto de convocatoria de la consulta, que igualmente habrá de ser aprobado por el Congreso."No es posible ocultar que nos hemos enterado por la radio y que nos hubiera gustado tener la comunicación gubernamental", fue el comentario más amable de un miembro de la Mesa. "Es una desconsideración más del Gobierno hacia el Parlamento", decía el portavoz del Grupo Popular, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

Al margen de este incidente de cortesía entre los diferentes poderes del Estado, en el registro de la Cámara baja entraron dos comunicaciones gubernamentales que se corresponden a otras tantas vías parlamentarias. Por un lado, una comunicación sobre política de paz y seguridad" y una propuesta de real decreto por el que se somete a referéndum "la decisión política del Gobierno en relación con la OTAN". "Por razones obvias, ambos temas se solaparán en uno, es decir, en el debate de política de seguridad, y es probable que los portavoces no deseen repetir en el segundo lo que ya han dicho y se limiten a votar el decreto de convocatoria del referéndum", afirmó ayer el vicepresidente primero del Congreso, Leopoldo Torres.

Conocidas las líneas generales de lo que será el debate de política de seguridad del próximo martes, no cabe, en sentido estricto, hablar de una sesión sobre política exterior, dado que el texto remitido al Congreso no rebasa el marco atlántico y europeísta. El Gobierno se marca los objetivos siguientes: la seguridad, defensa y protección de nuestro territorio, así como de nuestro entorno más inmediato; la contribución a la paz y la seguridad de Europa y la contribución a la paz y la seguridad internacional. A continuación, el comunicado rememora los puntos del decálogo y se entretiene en su desarrollo. La permanencia de España en la Alianza Atlántica, la menor presencia de fuerzas de Estados Unidos en el territorio, la no nuclearización, la incorporación de España a la UEO y la "solución definitiva del problema de Gibraltar" son destacados en este texto como puntos que definen la política exterior del Gobierno.

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Una vez que el próximo martes el presidente Felipe González desarrolle con mayor extensión estos puntos, los portavoces de los grupos fijarán sus posiciones. Al final de la sesión, los grupos que lo deseen podrán presentar mociones de resolución, siempre a merced de los votos socialistas. Concluido este debate, como punto diferenciado del orden del día, el Gobierno someterá a votación el decreto por el que se convoca el referéndum. "Aquí sólo cabe un minidebate porque todo se habrá hablado en el primero y, tras la fijación de posiciones de cada grupo, se pasará a la votación", indicaron fuentes parlamentarias.

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