La cultura francesa se moviliza para celebrar en París 'el mes del judaísmo'

El judaísmo como componente de la cultura francesa moviliza este mes en París a políticos, intelectuales y personajes públicos, que participan en conferencias, debates y actos organizados por la universidad de la Sorbona y el Centro Rachi bajo el lema Memoria y leyes del hombre. Desde el presidente de la República, François Mitterrand, hasta el jefe de la oposición, Jacques Chirac, pasando por escritores como Marguerite Duras y Françoise Sagan o actrices como Catherine Deneuve, toda la flor y nata de la vida pública francesa se ha apresurado a apoyar la iniciativa, el mes del judadísmo, primer...

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El judaísmo como componente de la cultura francesa moviliza este mes en París a políticos, intelectuales y personajes públicos, que participan en conferencias, debates y actos organizados por la universidad de la Sorbona y el Centro Rachi bajo el lema Memoria y leyes del hombre. Desde el presidente de la República, François Mitterrand, hasta el jefe de la oposición, Jacques Chirac, pasando por escritores como Marguerite Duras y Françoise Sagan o actrices como Catherine Deneuve, toda la flor y nata de la vida pública francesa se ha apresurado a apoyar la iniciativa, el mes del judadísmo, primera de su género en el país.

El escritor de origen checo Marek Halter, que participó en la preparación de este mes del judaísmo, explica que desde hace varios años la clase intelectual francesa se interesa por el pensamiento judío como uno de los elementos esenciales de su propia cultura: "El judaísmo del que hablo no está reducido a las sinagogas o a los guetos, sino que pertenece a todo el mundo".Halter cree que ese nuevo interés está también provocado por un regreso a los valores espirituales, "que fue profetizado por André Malraux hace 35 años" y que no tiene nada que ver con un planteamiento exclusivamente religioso, sino con una vuelta a la "referencia fundamental de la ley, entendida como moral mínima universal".

Marek Halter, que es judío y ha sido uno de los fundadores y animadores del movimiento popular antirracista SOS Racisme, afirma que tras el fracaso que supuso para toda la humanidad el nazismo y los campos de concentración, el hombre intenta volver ahora a las raíces, a las fuentes de sus valores morales, y que en esa búsqueda no se puede esquivar el judaísmo. "Los jóvenes se sienten más comprometidos con la ley como moral que con los partidos políticos", añade.

Humanizar

El escritor recuerda las palabras de Elie Wiesel según las cuales el judaísmo nunca tuvo por ambición judaizar el mundo, sino humanizarlo. Desde ese punto de vista debe ser considerado como un patrimonio cultural universal. "Por eso, este mes del judaísmo no se presenta como un fenómeno folclórico o extranjero, sino como una reflexión sobre un componente de la propia cultura francesa", añade.La interpretación de Halter no es compartida por otros miembros de la comunidad judía, que hubieran querido imprimir un tinte más religioso a las actividades programadas. Pero la iniciativa ha contado también con el apoyo de los principales rabinos galos.

Nueva ola

El interés de los intelectuales franceses no judíos por el judaísmo se corresponde también, en Francia, con un renacimiento del interés de los propios intelectuales hebreos por sus raíces. Después de una generación, la inmediatamente posterior a la II Guerra Mundial, que se desentendió del aprendizaje de los ritos, ha surgido ahora una nueva ola de jóvenes judíos perfectamente integrados en la sociedad francesa pero muy atraídos por el pensamiento y los textos de sus abuelos.Hay en Francia decenas de escuelas hebreas en las que se imparten enseñanzas del Talmud. Sólo en París hay más de una veintena diaria de cursos. Han proliferado también los restaurantes y carnicerías Casher y varias editoriales, entre ellas Ediciones Verdier, que se aplican a la traducción y publicación tanto de textos sagrados como de obras de pensadores judíos contemporáneos.

La comunidad judía francesa, que sufrió dramáticamente la ocupación alemana (cerca de 80.000 fueron deportados a campos de concentración), cuenta actualmente con más de medio millón de miembros que están integrados en la sociedad francesa, pero que, al mismo tiempo, han reafirmado su identidad judía.

"Esa nueva vitalidad del judaísmo, tanto entre nuestra comunidad como entre los cristianos o escépticos desde el punto de vista religioso, corresponde, creo yo, a un nuevo interés por la moral y la ética", señala Halter. El mes del judaísmo, que se desarrollará hasta el próximo 3 de febrero, incluye debates sobre "desarraigo y raíces", "antirracismo, antisemitismo y antisionismo", "la vuelta del judaísmo", "el judaísmo como resistencia" e "Israel-diáspora".

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