Navarra, manipulada

Leíamos hace unos días una curiosa carta del Sr. José Javier Ochoa, que, como navarro, se quejaba de la manipulación que se hacía sobre su tierra y vertía una serie de conceptos e ideas bastante peregrinas y, sobre todo, refutables. Uno, que se precia de su naturaleza pamplonesa, tampoco quiere pasar por alto sus manifestaciones.En primer lugar, confunden, como lo confunden desde ambos extremos, la comunidad natural de la comunidad política, algo tan elemental por otra parte. España y Portugal pertenecen a la comunidad natural europea, pero no a la comunidad política europea hasta dentro de un...

Leíamos hace unos días una curiosa carta del Sr. José Javier Ochoa, que, como navarro, se quejaba de la manipulación que se hacía sobre su tierra y vertía una serie de conceptos e ideas bastante peregrinas y, sobre todo, refutables. Uno, que se precia de su naturaleza pamplonesa, tampoco quiere pasar por alto sus manifestaciones.En primer lugar, confunden, como lo confunden desde ambos extremos, la comunidad natural de la comunidad política, algo tan elemental por otra parte. España y Portugal pertenecen a la comunidad natural europea, pero no a la comunidad política europea hasta dentro de unas semanas. En cambio, los noruegos dijeron que no querían ser europeos políticamente.

Pues bien, Navarra, tanto la Alta, como la Baja, forman parte de la comunidad natural y cultural de Euskal Herria -no digo Euskadi a propósito, y porque no es lo mismo, aparte de que casi todos los fueristas navarros han aceptado el primer nombre, y no el neologismo sabiniano-, pero no de la comunidad política del País Vasco autónomo. Es un hecho real que ese concepto de comunidad natural, usado lo mismo por un concejal bertsolari de UPN de Leiza, un votante del PSF de Zuberoa o un abertzale conservador, progresista o radical del Goierri o del Txoriherri, es distinto a la comunidad política. Y que usted, señor Ochoa, es libre de pensar que no deben formar una sola comunidad, que sigan siendo tres. Otros, no pensamos lo mismo. Hay quienes quieren imponer esa unidad por la fuerza, no teniéndola, además, que es peor, y otros quieren perpetuar la desunión histórica, también por la fuerza. Es que, señor Ochoa, alienaciones, más o menos, el pueblo navarro, en un plebiscito, que es como se decide universal y democráticamente eso, no ha dicho "ni Pamplona". Deje usted tiempo al tiempo y no distorsione los argumentos.

Porque basarse en el historiador nacionalista español Sánchez Albornoz en este tema está bastante desacreditado, y refutado además. El señor Sánchez Albornoz, que no sabía nada de vascología, desbarró totalmente en la argumentación base de su hipótesis. La dialectología euskérica, estudiada por Campión, navarro como usted, además de académico de número de la Real Academia de la Historia de España y de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia; por Caro Baroja, Michelena, Tovar, etcétera, han demostrado todo lo contrario. Por citar uno le voy a transcribir alguno de los párrafos del lingüista fallecido recientemente, que en el artículo Sobre las palabras "vascones" y "euskera", publicado este mismo año por Eusko lkaskuntza/Sociedad de Estudios Vascos, en el libro-homenaje al académico e investigador navarro don Ángel Irigaray, decía (Pág. 247): "Lo que es evidente es que vascón o vasco y euskera son dos palabras distintas...". (Pág. 250): "...debemos suponer, no que la lengua fue llevada por los vascones hacia el Oeste y también hacia el Norte, sino que lo que se extendió a todos los euskaldunes fue el nombre de vascones: vasco y euskera comenzaron entonces ya a ser sinónimos. Pero no hay que llevar esta sinonimia más allá, ni suponer, dándola por originaria, que las provincias vascongadas recibieron su nombre de los vascones de Navarra. A ello se opone de modo terminante la toponimia y la dialectología vasca. Tampoco Vascongadas debe entenderse como vasconizados. Si a la historiografia ultranavarrista le interesa agarrarse a Sánchez Albornoz es su problema, yo estoy mucho más seguro con Tovar, a quien de paso rindo mi más sencillo pero entrañable homenaje.

Por otra parte, puede usted comprobar en docenas de documentos del archivo diocesano de Pamplona que los sucesivos rol de pueblos vascongados o romanzados se referían siempre a localidades navarras y no a guipuzcoanas, alavesas o vizcaínas, es decir, que quería decir que Lesaca, Leiza y Roncal eran vascongadas =vascófonas, y Caparroso y Valtierra hablaban romance. No otra cosa, por mucho que lo denuesten unos y lo empujen al Oeste otros, entre ellos, usted.

Finalmente, tranquilizarle a usted, que su apellido, Ochoa, no es vasco, sino de origen árabe, significando "el lobo".-

miembro correspondiente de la RALV-Euskaltzaindia.