VUELVE A ESPAÑA EL FUNDADOR DEL 'HOLDING' DE LA ABEJA

Historia rocambolesca de un exilio voluntario

José María Ruiz-Mateos, fundador de Rumasa, abandonó España en coche por la frontera de Portugal, el 4 de marzo de 1983, nueve días después de la expropiación del holding.Instalado en un apartamento del barrio londinense de Kensington, a finales de abril rompe su silencio con una conferencia de prensa que inaugura la riada de declaraciones y golpes de efecto frecuentes en Ruiz-Mateos desde entonces.

Casi un año después de llegar a Londres comienzan sus extrañas desapariciones. Abandona su domicilio habitual como consecuencia de las amenazas presuntamente recibidas y su esposa, Te...

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José María Ruiz-Mateos, fundador de Rumasa, abandonó España en coche por la frontera de Portugal, el 4 de marzo de 1983, nueve días después de la expropiación del holding.Instalado en un apartamento del barrio londinense de Kensington, a finales de abril rompe su silencio con una conferencia de prensa que inaugura la riada de declaraciones y golpes de efecto frecuentes en Ruiz-Mateos desde entonces.

Casi un año después de llegar a Londres comienzan sus extrañas desapariciones. Abandona su domicilio habitual como consecuencia de las amenazas presuntamente recibidas y su esposa, Teresa Rivero, presenta a Scotland Yard una denuncia por desaparición, temiendo un posible secuestro.

Pero el 4 de marzo de 1984, Diario 16 titula en primera página "Ruiz-Mateos está en Viena con una mujer, a la que identifica como Misericordia Miarnau, esposa de José María Sabater. Según este periódico, las primeras citas de la pareja empezaron en Londres, para después reunirse en Viena, pasar cuatro días en Jamaica y regresar a Francfort vía Miami. Las respectivas familias reaccionan airadamente negando los supuestos viajes, y los Sabater presentan una querella criminal por injurias contra el rotativo. Por fin, el 7 de abril de 1984 Ruiz-Mateos llega a Londres procedente de Florida y acompañado de su esposa, tras un viaje de negocios de 43 días por varios países del Caribe y Estados Unidos.

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Al caducar el 3 de marzo de 1984 su permiso anual de residencia en el Reino Unido, las autoridades de inmigración no se lo renuevan, y agotados los permisos temporales, abandona el país el 18 de abril con la intención de instalarse en un país americano para continuar con sus negocios. Llega a Miami y permanece en Estados Unidos varios días hasta que el 25 de abril vuela a Francfort, donde tiene intereses en el Iberobank. Al llegar al aeropuerto alemán le espera una orden de busca y captura preventiva, dictada a la Interpol por el juez Luis Lerga.

Huésped obligado de la cárcel de Preugensheim (Francfort) durante 93 días, sale en libertad provisional el 27 de julio de 1984. Doce hombres de negocios consiguieron en 48 horas un aval por valor de 550 millones de pesetas, la mayor fianza de la historia judicial europea.

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