Los obispos chilenos acusan al Gobierno de terrorismo

Los obispos católicos chilenos acusaron ayer al Gobierno militar del general Augusto Pinochet de practicar el terrorismo de Estado y señalaron que la agudización de los conflictos sociales en su país se debe en gran medida a la falta de libertades políticas. Las acusaciones están formuladas en un documento elaborado por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal chilena.En el documento, uno de los más duros publicados por la Iglesia católica chilena en el curso de la dictadura militar, los obispos condenan el uso de la violencia y la califican de aberración.

"Hay una política de...

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Los obispos católicos chilenos acusaron ayer al Gobierno militar del general Augusto Pinochet de practicar el terrorismo de Estado y señalaron que la agudización de los conflictos sociales en su país se debe en gran medida a la falta de libertades políticas. Las acusaciones están formuladas en un documento elaborado por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal chilena.En el documento, uno de los más duros publicados por la Iglesia católica chilena en el curso de la dictadura militar, los obispos condenan el uso de la violencia y la califican de aberración.

"Hay una política detrás de esta violencia. Es la violencia de las detenciones arbitrarias, del exilio interno o externo y de la práctica de todo tipo de secuestros, intimidaciones o asesinatos políticos. También hay violencia en las bombas, en los actos crueles y en los asesinatos", señala el documento.

"Hay una violencia terrorista", agrega el documento, precisando que es "un terrorismo que proviene del Estado a través de sus organismos de seguridad. Un terrorismo que viene de aquellos que recurren a los métodos terroristas como un expresión de frustración o protesta".

"Ambas formas de terrorismo", agrega el documento, "son igualmente inhumanas, igualmente inaceptables. Pero la violencia del Estado es más grave porque las autoridades, por definición, deben reprimir los delitos utilizando las armas de la verdad y la justicia."

Refiriéndose a lo que califican de agravamiento de los conflictos sociales y políticos, los obispos añaden: "Creemos que el origen profundo de este conflicto son dos grandes carencias, la falta de libertad política y la falta de participación del pueblo".

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