Una guitarra cordobesa

José Antonio Rodríguez, cordobés, de 21 años, uno de los más firmes valores jóvenes de la guitarra flamenca en concierto, ha grabado su primer disco, y ello fue motivo de un concierto de presentación en, Madrid.Pese a su juventud, José Antonio es hoy un concertista totalmente hecho que en cada actuación va dejándonos constancia de un continuo progreso hacia la plenitud creadora. El concierto ofrecido en Madrid fue buena prueba de ello. Junto a esas obras que normalmente suelen estar en los conciertos de guitarra flamenca buscando un mayor acercamiento al público no muy preparado -zapateado, ru...

José Antonio Rodríguez, cordobés, de 21 años, uno de los más firmes valores jóvenes de la guitarra flamenca en concierto, ha grabado su primer disco, y ello fue motivo de un concierto de presentación en, Madrid.Pese a su juventud, José Antonio es hoy un concertista totalmente hecho que en cada actuación va dejándonos constancia de un continuo progreso hacia la plenitud creadora. El concierto ofrecido en Madrid fue buena prueba de ello. Junto a esas obras que normalmente suelen estar en los conciertos de guitarra flamenca buscando un mayor acercamiento al público no muy preparado -zapateado, rumba, jaleos-, otras marcaron puntos culminantes por su enorme dificultad y belleza. Así, la taranta, siempre compleja, pero decisiva a la hora de calibrar la sensibilidad y la capacidad de comunicación de un concertista, o las alegrías de Córdoba, que nunca había yo escuchado en concierto y que resultan verdaderamente sugestivas, o la soleá, infaltable en los repertorios de la guitarra flamenca.

En el, toque de José Antonio Rodríguez hay el equilibrio de un clásico, preocupado ante todo porque la técnica no oscurezca el impulso primario del corazón. No olvida las raíces, por eso su toque es tan flamenco, tan auténticamente jondo, aunque no estén ausentes las nuevas aportaciones de un arte siempre vivo.

Es claramente perceptible también el cordobesismo de la guitarra de José Antonio Rodríguez. Todo el flamenco cordobés está marcado por una especial característica que lo distingue de los demás centros de lo jondo. Allí el compás, los ritmos, se remansan y adquieren profundidad y grandeza, una cierta soiemnidad, una enorme dignidad. A todo ello se atiene perfectamente el toque de Rodríguez.