El ganador de Cannes prepara ya su nuevo filme

Emir Kusturica, ganador del Festival de Cannes de este año con Papá está en viaje de negocios, presentada esta semana en España, prepara una superproducción basada en la novela del premio Nobel yugoslavo Ivo Andric El puente sobre el Drina.

El relato de Andric en la que se basa la obra de Kusturica se desarrolla en la Bosnia de hace siglos, ocupada entonces por Turquía. El protagonista es un puente que, todavía esbelto y útil, se alza sobre el río Drina a la altura de Visegrad. Para algunos es la obra maestra de la ingeniería civil otomana.

Kusturica no sería...

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Emir Kusturica, ganador del Festival de Cannes de este año con Papá está en viaje de negocios, presentada esta semana en España, prepara una superproducción basada en la novela del premio Nobel yugoslavo Ivo Andric El puente sobre el Drina.

El relato de Andric en la que se basa la obra de Kusturica se desarrolla en la Bosnia de hace siglos, ocupada entonces por Turquía. El protagonista es un puente que, todavía esbelto y útil, se alza sobre el río Drina a la altura de Visegrad. Para algunos es la obra maestra de la ingeniería civil otomana.

Kusturica no sería lo que es sin su inseparable guionista Abdulah Sidran, el hombre que le pone rima verbal a las imágenes sobrías y dramáticas. Ambos, como en el caso de Papá está en viaje de negocios, han producido excelentes obras con sólo un puñado de dólares a su alcance. La economía yugoslava va mal y uno de los sectores que más se contrae es el cine. Su anterior ¿Te acuerdas de Dolly Bell? no es inferior para muchos al actual éxito.

Harry Schultzman, un británico gran conocedor del mercado, destina ya unos 10 millones de dólares (1.650 millones de pesetas) a El puente sobre el Drina. Empezará a rodarse dentro de un año. El escenógrafo Sidran asegura que le encontrará a Andric, sobrio diplomático de la monarquía yugoslava en el Madrid de preguerra, esa inimitable sorna bosniaca tan oriental y resignada.

Por el momento, el productor Schultzman está entregado en Londres a dos obras teatrales. Piensa producir, también con Kusturica y la empresa yugoslava Forum, la película Dujoborchi, acerca de una secta rusa de emigrantes afincados en Canadá.

Encontrará un lugar entre los mejores 10 o 20 filmes de la historia del cine. Aunque la ciudad de Visegrad y el propio puente siguen en pie, quizá el director Kusturica se decida por crear su propio puente, a imagen y semejanza de su idea en alguna de las abundantes ciudades turco-islámicas de Bosnia.

Espera Kusturica quedar entre los cinco candidatos finales al Óscar. En Estados Unidos su filme ha tenido gran éxito, a decir de los medios cinematográficos yugoslavos. Su director opina que ha sido mejor acogido todavía que en Yugoslavia y que ha suscitado reacciones más fuertes que en Cannes.

No sólo en Cannes ganó Kusturica. En el Festival Nacional del Cine Yugoslavo, barrió. Purisa Yoryevich, miembro del jurado y uno de los grandes históricos de esta cinematograria, ha declarado que nadie se preguntaba quién era el mejor, sino "cuántos premios darle a la cinta de Kusturica". Sacó los cinco mayores: a la mejor actriz, al mejor actor, a la mejor obra, al mejor escenario y a la mejor dirección.

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