El ataque a los pesqueros españoles

Cuando en el editorial de EL PAIS del miércoles 25, a propósito del incidente en las costas saharauis en el que se vieron fatalmente involucrados barcos españoles, se afirma que "no se puede instrumentalizar la vida de esos seis marineros por conveniencias de política interior", precisamente se está haciendo uso en su periódico de esa hipocresía que en el mismo editorial se achaca al Polisario. La evidencia de un sobretratamiento espectacular de este caso en la Prensa española, en la que, a todas luces, se descalifica y condena tanto la desgraciada intervención del Polisario como, cínica y sot...

Cuando en el editorial de EL PAIS del miércoles 25, a propósito del incidente en las costas saharauis en el que se vieron fatalmente involucrados barcos españoles, se afirma que "no se puede instrumentalizar la vida de esos seis marineros por conveniencias de política interior", precisamente se está haciendo uso en su periódico de esa hipocresía que en el mismo editorial se achaca al Polisario. La evidencia de un sobretratamiento espectacular de este caso en la Prensa española, en la que, a todas luces, se descalifica y condena tanto la desgraciada intervención del Polisario como, cínica y soterradamente, al propio pueblo saharaui y su lucha emancipadora, coincide, por un lado, con las intenciones del Gobierno de acercamiento progresivo a Marruecos (cuestión imprescindible, por lo visto, en su reciente condición de "Gobierno europeizado") y, por otro, con los embates de una derecha que recuerda constantemente al PSOE su pasado de compromisos con causas y postulados aparcados ahora en razón del necesario pragmatismo.Ni siquiera la intervención de patrulleras francesas contra pesqueros vascos, mucho más grave que ésta comentada (en aquella ocasión hubo por parte de los franceses una total certeza de la identidad de aquellos contra quien lanzaron su accion criminal), desató tanto revuelo en Administración, oposición y medios informativos

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como este lamentable incidente, fruto claro de un error de una guerra que existe, y que no puede ser calificada de "escaramuza de un grupo de rebeldes", como al parecer pretende el Gobierno de cara a unos intereses suficientemente evidenciados.

Lástima, tanto para EL PAIS como para la derecha, que los marineros retenidos hayan reconocido el ejemplar trato para con ellos de un pueblo ejemplar, poniendo la nota discordante y molesta, al igual que ya harían otros españoles, que hace años, y en parecidas circunstancias, enarbolaron la bandera de la RASD en Barajas, ante los sorprendidos que allí acudieron a recibirles como si de mártires se tratara.-