El desencanto se acentúa

ANDRÉS DUQUE, El desencanto invade a las buenas gentes de La Rioja que acuden a la plaza, y se está corriendo el peligro de que una afición joven, sana y generosa se aburra de tanta vulgaridad.

Con un aire de fatalidad y de resignación transcurrió la corrida de ayer con un Manzanares simplón, despreocupado de que le pegaran fuerte a su primero o tratando de engañar al público con el pico de la muleta. Robles, precavido con un manso tonto mantiene la misma desconfianza con el quinto. Tomás Campuzano se empleó con honradez. Sacó al manso de turno lejos de las tablas y con un toreo valient...

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ANDRÉS DUQUE, El desencanto invade a las buenas gentes de La Rioja que acuden a la plaza, y se está corriendo el peligro de que una afición joven, sana y generosa se aburra de tanta vulgaridad.

Con un aire de fatalidad y de resignación transcurrió la corrida de ayer con un Manzanares simplón, despreocupado de que le pegaran fuerte a su primero o tratando de engañar al público con el pico de la muleta. Robles, precavido con un manso tonto mantiene la misma desconfianza con el quinto. Tomás Campuzano se empleó con honradez. Sacó al manso de turno lejos de las tablas y con un toreo valiente, con ganas cortó una oreja con el favor presidencial. Al bondadoso y débil Murteira, lo toreó despacio, pero faltaba emoción.

Logroño

25 de septiembreToros de Manolo González y González-Sánchez (antes Sánchez-Daip). Manzanares: pitos y silencio. Robles: saludos y pitos. Tomás Campuzano: oreja y saludos.

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