René Friedman: "El medico no debe colaborar en la elección del sexo del nacido"

El especialista francés teme los riesgos de la fecundación 'in vitro'

Entre los problemas deontológicos más crudos que se plantearán en los programas de fecundación in vitro cuando se extienda la posibilidad de manipulación genética figura el de la colaboración del médico en la elección de las características genéticas del hijo que va a nacer. René Friedman, jefe del servicio de esterilidad del hospital Antoine Clere, de París, es partidario de que el médico no colabore en la elección del sexo con la pareja que solicita la fecundación in vitro.Friedman, que ha intervenido recientemente en un seminario sobre reproducción humana celebrado en la Unive...

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Entre los problemas deontológicos más crudos que se plantearán en los programas de fecundación in vitro cuando se extienda la posibilidad de manipulación genética figura el de la colaboración del médico en la elección de las características genéticas del hijo que va a nacer. René Friedman, jefe del servicio de esterilidad del hospital Antoine Clere, de París, es partidario de que el médico no colabore en la elección del sexo con la pareja que solicita la fecundación in vitro.Friedman, que ha intervenido recientemente en un seminario sobre reproducción humana celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, asegura que en este momento la fecundación in vitro es un tratamiento de esterilidad, "pero sabemos que por medio de esta técnica en el futuro se podrá escoger el sexo y las características biológicas del nuevo ser, y esto planteará fuertes problemas de tipo ético y deontológico".

"La fecundación in vitro", asegura Friedman, "es como la energía atómica, una forma fantástica pero peligrosa de manipulación. Hasta ahora no existe realmente peligro porque nos limitamos a poner el esperma en el óvulo sin que medie ninguna intervención genética, pero en el futuro será necesario decidir entre varias opciones derivadas de las posibilidades de intervenir en la misma esencia biológica del ser humano. Esto planteará los auténticos problemas éticos y a partir de entonces no se podrá trabajar sin una regulación".

No origina problemas psicológicos

El médico francés dice que en su país no existen en la actualidad mayores problemas de este tipo debido a que funcionan determinadas comisiones de ética, nacionales y de ámbito local, en las que participan los propios ciudadanos, permitiendo obtener un consenso nacional. Por otra parte, la Iglesia católica de Francia no ha creado ningún problema en relación con la fecundación in vitro.En el hospital de Clere han nacido hasta ahora 115 niños por el método de fecundación in vitro. La primera niña nacida en este centro tiene ya tres años y medio. El método de fecundación in vitro", dice el médico francés, "es importante para las parejas que no pueden tener hijos por métodos naturales, pero también porque nos permite conocer más y mejor los problemas de la reproducción humana y corregir sus errores". Friedman asegura que no produce problemas psicológicos en las parejas, puesto que se asimila como algo natural y se olvida que el embrión ha estado dos días en el laboratorio.

Para Friedman, los problemas relacionados con la manipulación genética estarán vigentes a partir del año 2025. Entretanto, los conflictos que se plantean son, por ejemplo, los de la inseminación después de la muerte del padre, cuando éste ha dejado semen congelado. "En Francia", dice Friedman, "la mayor parte de los científicos se inclinan por no proceder a esta práctica, pero de momento no existe ninguna norma que contemple uno u otro supuesto. Personalmente, mantengo que cuando un hombre ha muerto han muerto también sus deseos y su voluntad".

El otro tema de discusión que se plantea en la actualidad en Francia, un país en el que casi toda la medicina de fecundación in vitro se lleva a cabo en hospitales de la Seguridad Social, es el del alquiler de úteros. Según Friedrnan, la mayor parte de los franceses son partidarios de la prohibición de esta práctica.

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