Cambios en la cúpula del Kremlin

Gorbachov, un impaciente que quiere mejorar el sistema soviético

La sesión del Soviet Supremo de hoy constituirá, tras los cambios en la dirección soviética anunciados ayer, una prueba más del grado de afianzamiento del líder de la URSS, Mijail Gorbachov, secretario general del PCUS, quien, de ser elegido jefe del Estado (presidente del Soviet Supremo), concentraría el mismo poder que sus tres antecesores.Desde que Gorbachov defendió la necesidad de unir en una misma persona ambos puestos, al ser propuesto Konstantín Cherneriko como presidente del Soviet Supremo, la mayoría de opiniones en círculos soviéticos y diplomáticos occidentales en Moscú se inclinan...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La sesión del Soviet Supremo de hoy constituirá, tras los cambios en la dirección soviética anunciados ayer, una prueba más del grado de afianzamiento del líder de la URSS, Mijail Gorbachov, secretario general del PCUS, quien, de ser elegido jefe del Estado (presidente del Soviet Supremo), concentraría el mismo poder que sus tres antecesores.Desde que Gorbachov defendió la necesidad de unir en una misma persona ambos puestos, al ser propuesto Konstantín Cherneriko como presidente del Soviet Supremo, la mayoría de opiniones en círculos soviéticos y diplomáticos occidentales en Moscú se inclinan a favor de su elección.

En los casi cinco meses transcurridos desde que Gorbachov ocupara el puesto de secretario general, se ha concentrado en la política económica interior y en la promoción de su equipo. Igor Ligachov, de 64 años, que entró en el Politburó como miembro de pleno derecho el pasado abril, es tenido por el número dos responsable de las tareas ideológicas. Ligachov, que es además secretario del Comité Central, recibe un tratamiento destacado en la Prensa soviética y sustituye a Gorbachov en algunos de sus menesteres. La semana pasada encabezó la delegación que acudió a recibir al aeropuerto al dirigente vietnamita Le Duan, mientras Gorbachov se aprestaba a regresar a Moscú desde Uerania, la segunda etapa de sus viajes por las zonas industriales de la URSS después de Leningrado.

Más información

Ichkov, de 54 años, otro de los nuevos miembros del Politburó del PCUS, se ocupa de cuestiones económicas en el Comité Central y observadores políticos en Moscú dan gran importancia al traslado de Asumovski, primer secretario de la región de Krasnodarsk, a Moscú, para ocuparse de: cuestiones de organización en el Comité Central.

Asumovski no es miembro del Comité Central y su relación con Gorbachov parece remontarse a los tiempos en que éste trabajaba en la región de Staropol, vecina a Krasnodarsk. El gran ausente de los últimos tiempos venía siendo el ahora relevado en el Politburó, Grigori Romanov.

Reajuste ministerial

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Por otra parte, los cambios a nivel de primeros secretarios de las regiones (oblast) incluyen tina docena de nombres y en los ministerios centrales hay tres relevos. Continúa así la tendencia iniciada en tiempos de Yuri Andropov.Gorbachov imprime impaciencia a sus palabras. "Es preciso actuar hoy, en este precise, momento". Expresiones como ésta se repiten en todos sus discursos. "No hay lugar", dice, "para el conservadurismo, la indolencia, la desorganización, el despilfarro y el burocratismo". Son estos males que lastran gravemente la economía soviética que Gorbachov pretende enderezar. El comienzo de las dificultades en este terreno es situado por Gorbachov en los comienzos de los setenta, en la época de Leónidas Breznev.

El panorama que traza Gorbachov de la situación actual es sombrío y va ilustrado con abundantes ejemplos concretos de dejadez, mala gestión y críticas a los ministerios responsables. "Nos va mal, y si no lo remediamos mañana nos irá peor".

Este es en síntesis el mensaje actual, según opina un intelectual soviético para quien Gorbachov ha invertido el mensaje brezneviano, cuyo núcleo sería: "No nos va muy bien, pero mañana nos irá mejor, porque el tiempo trabaja para nosotros".

Gorbachov habla de cambiar el papel de los ministerios -donde se reduce personal- y del organismo de planificación central (Gosplan), que se transformará en un órgano económico-científico. Paralelamente, se quiere ampliar la autonomía y responsabilidad de las empresas. Se trata de reestructurar radicalmente la planificación y la gestión del mecanismo económico.

Ello no supone la renuncia al principio centralizado de la gestión y la planificación, cuya eficacia se quiere aumentar con formas y métodos más flexibles. La solución propuesta es la creación de nuevos organismos gestores que aglutinaran a grupos de industrias homogéneas.

Ello va en detrimento del poder de los ministerios, tanto estatales como republicanos, y de las actuales competencias del Gosplan, cancerbero del cumplimiento de los objetivos fijados.

Entre las ideas sugeridas por Gorbachov está la reestructuración de las inversiones hacia los sectores más vinculados al progreso científico-técnico, la modernización industrial, el perfeccionamiento e sistema e precios -no se ha especificado qué se entiende por esto-, el aumento de los estímulos económicos y la vinculación de éstos con el resultado del trabajo. Una conferencia científico-técnica elaboró en junio una estrategia, que, según ha manifestado Gorbachov, está ya "en etapa de materialización".

El contenido de estas medidas no se ha dado a conocer y de momento la acción de mayor envergadura son las disposiciones contra el alcoholismo, que tratan de erradicar totalmente el consumo de bebidas alcohólicas. Amedrentados por multas y sanciones, los borrachos han desaparecido de las calles y en las recepciones oficiales se ha impuesto la ley seca.

El grado de reforma que el sistema parece preparado a aceptar en la actualidad pasa por algunos limitados experimentos de descentralización que se llevan a cabo en repúblicas como Georgia y las bálticas. Un chiste soviético compara el experimento con la decisión de cambiar la circulación de Moscú, estableciendo el tráfico por la izquierda y comenzando inicialmente por cambiar el sentido de la marcha al 20% de los coches dejando circular el resto por la derecha.

En el terreno de la política internacional no se han experimentado modificaciones sustanciales, aunque Gorbachov pone especial énfasis en la unidad socialista y se prodiga en afirmaciones de buena voluntad hacia China.

El ciudadano soviético de a pie ha reaccionado positivamente frente a Gorbachov y valora sus palabras en el sentido de pedir responsabilidades comenzando por los dirigentes. En medios intelectuales hay más reticencias y se piden sobre todo acciones concretas antes de ilusionarse con la posibilidad del cambio. Entre el fancionariado de los ministerios el ambiente es de malestar y miedo, señalan círculos de la Administración.

Lenguaje coloquial

El público toma notas y ya no se queda dormido

El lenguaje coloquial utilizado puede ser una de las causas que influyen en la poda, que en televisión se muestra en forma de cortes al editar, y en la Prensa, en forma de reestructuración del lenguaje.Entre las interpretaciones que se dan a las causas de los cortes figura la idea de que algunas de la cosas dichas por Gorbachov son demasiado atrevidas y necesitan la aprobación previa de los colegas del Politburó. Hay también quien habla de obstruccionismo por parte de los sectores más conservadores opuestos a Gorbachov.

Las supresiones en las declaraciones de Gorbachov no han comenzado ahora. Ya en febrero de 1984, cuando Chernenko fue elegido secretario general, Tass escamoteó su discurso en el Comité Central, que sólo apareció unos días más tarde, editado en el folleto resumen. En diciembre pasado, la intervención de Gorbachov en una conferencia ideológica fue cuidadosamente recortada en Pravda, que dejó fuera trozos muy significativos.

Sobre la firma

Archivado En