SANIDAD

Fallece el joven gaditano al que se le trasplantó el corazón hace 11 meses

El joven de 17 años Francisco Mateo Domínguez, que se sometió a una operación de trasplante de corazón el 6 de julio de 1984 en la clínica Universitaria de Pamplona, falleció ayer en la localidad gaditana de Villamartín, víctima, al parecer, de un ataque cerebral. Francisco Mateo ha vivido 11 meses con el corazón de un ingeniero de San Sebastián que falleció el día anterior al trasplante en un accidente laboral.

Uno de los médicos que intervino en la operación quirúrgica, Jesús Herreros, manifestó ayer que descartaba por completo que la muerte hubiera sobrevenido a consecuencia de un re...

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El joven de 17 años Francisco Mateo Domínguez, que se sometió a una operación de trasplante de corazón el 6 de julio de 1984 en la clínica Universitaria de Pamplona, falleció ayer en la localidad gaditana de Villamartín, víctima, al parecer, de un ataque cerebral. Francisco Mateo ha vivido 11 meses con el corazón de un ingeniero de San Sebastián que falleció el día anterior al trasplante en un accidente laboral.

Uno de los médicos que intervino en la operación quirúrgica, Jesús Herreros, manifestó ayer que descartaba por completo que la muerte hubiera sobrevenido a consecuencia de un rechazo agudo del órgano trasplantado. El doctor Herreros precisó que en la mañana de ayer la familia de Francisco Mateo le comunicó a él y a los otros médicos que intervinieron en la operación que el joven estaba durmiendo cuando sufrió una especie de convulsiones de tipo epiléptico, por lo que dedujo que debió sufrir un ataque cerebral.Jesús Herreros añadió que hace 11 días su paciente, fue dado de alta en la clínica tras someterse al chequeo periódico que es habitual en este tipo de pacientes. "Se le realizó una biopsia cardiaca", dijo, "con resultado absolutamente normal, y todos los análisis que se le practicaron fueron perfectos. Es más, el pasado viernes día 7 hablé con él por teléfono y me transmitió los resultados que le hicieron en la residencia sanitaria de Cádiz y eran también normales".

Respecto a las convulsiones que sufrió antes de morir, el doctor Herreros señaló que a veces se produce debido a la administración de cyclosporina, una droga antirrechazo, aunque eso suele ocurrir a los pocos días del trasplante y se controla perfectamente. "Que ocurra más tarde", añadió, "es excepcional, sobre todo cuando han trascurrido 11 meses desde la intervención".

Hasta el sábado Francisco Mateo realizó una vida normal, hasta el punto de que por la noche estuvo viendo la película de la televisión y después se acostó sin mostrar ningún síntoma anormal.

El joven Mateo Domínguez se sometió a la operación de trasplante el día 6 de junio de 1984, aquejado de una miocardiopatía e insuficiencia cardiaca en fase terminal. Esta enfermedad consiste en una degeneración del músculo del corazón. El plazo de vida que le estimaron los médicos fue de unos tres meses.

Buena recuperación

Tras permacecer cerca de dos meses en la clínica Universitaria de Pamplona, Francisco Mateo fue trasladado en un avión especial hasta Sevilla, desde donde se le llevó en ambulancia hasta la clínica de la Seguridad Social de Cádiz. En este hospital gaditano permaneció en observación durante varias semanas.La recuperación del muchacho parecía completa. No obstante, algunas personas que trataban habitualmente con él manifestaron que el joven presentaba una cierta hinchazón en el rostro. Periódicamente, Francisco Mateo se trasladaba a la clínica de Pamplona para someterse a diversos análisis que hasta ahora habían dado resultados altamente positivos.

Francisco Mateo era el cuarto hijo de una familia de ocho hermanos, natural de la localidad gaditana de Villamartín. El mayor tiene 23 años y la menor 12. El padre, Modesto Mateo Moreno, trabaja en Alemania.

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