FERIA DE SAN ISIDRO

La mejor feria

J. V. La feria de San Isidro, que termina mañana, ha sido la mejor de las ce lebradas en los últimos años. A salvo de algunas ausencias y ciertas concesiones, estuvo bien orga nizada, el toro salió con mayor tra pío, casta y fuerza que en ediciones anteriores, los toreros trataron de superarse, hubo faenas de cate goría, el público llenó la plaza. De todo este recuento, el dato más positivo es que la feria irradió afición y durante un mes se ha vuelto a hablar apasionadamente de toros en Madrid.

Quien a partir de 1986 vaya a hacerse cargo de la gestión de Las Ventas (quizá la Comunidad ...

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J. V. La feria de San Isidro, que termina mañana, ha sido la mejor de las ce lebradas en los últimos años. A salvo de algunas ausencias y ciertas concesiones, estuvo bien orga nizada, el toro salió con mayor tra pío, casta y fuerza que en ediciones anteriores, los toreros trataron de superarse, hubo faenas de cate goría, el público llenó la plaza. De todo este recuento, el dato más positivo es que la feria irradió afición y durante un mes se ha vuelto a hablar apasionadamente de toros en Madrid.

Quien a partir de 1986 vaya a hacerse cargo de la gestión de Las Ventas (quizá la Comunidad de Madrid) dispone de una clientela numerosa, con enorme afición que ha sido capaz de ir a los toros durante casi todo un mes, en días laborables, con mal tiempo, haciendo peripecias para conseguir una entrada. Si ha ido a los toros durante un mes y en estas condiciones, con mayor razón irá en temporada una o dos veces por semana. Los nuevos gestores sólo tienen que estudiar el mercado, dar al público lo que pide, reconducir la publicidad a fórmulas modernas, que no pueden ser las que el mundillo taurino usa con evidente desacierto.

Se ha demostrado en la feria que ceder a presiones de apoderados para que salga el toro de su complacencia no conduce a nada, si no es al disgusto de la afición, al empobrecimiento del espectáculo y a encarecer los presupuestos. Si aparte otros errores -siempre comprensibles, pues toda obra humana es imperfecta- se hubiese cuidado mejor la lidia, impedido que los picadores matarifes destruyeran los toros, olvidado alguna divisa impropia de esta plaza, la feria habría sido histórica. Y eso que -dicen- no hay toreros. Pero los hay, como hay afición. únicamente es necesaria una organización seria, conocedora de los valores reales de la fiesta, imaginativa, progresista y valiente. Chopera parece estar en el camino.

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