Cuatro horas de tensión

Poco antes de las 12.30 de ayer, Juan Manzanares Ros, de 41 años, y Francisco Jiménez Martínez, de 3 1, entraron en la sucursal bancaria del Banco de Sabadell tiene en el arrabal de El Castell, en Valls. "Es un atraco", dijeron, y esperaron a que funcionara el sistema de apertura retardada de la caja fuerte. Todavía estaban esperando cuando, a las 12. 30 horas justas, el puesto de la Guardia Civil de Valls recibía una llamada de los servicios de seguridad de Barcelona indicando que se había disparado la alarma de la sucursal bancaria.Todavía no habían conseguido su objetivo los atracadores, cu...

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Poco antes de las 12.30 de ayer, Juan Manzanares Ros, de 41 años, y Francisco Jiménez Martínez, de 3 1, entraron en la sucursal bancaria del Banco de Sabadell tiene en el arrabal de El Castell, en Valls. "Es un atraco", dijeron, y esperaron a que funcionara el sistema de apertura retardada de la caja fuerte. Todavía estaban esperando cuando, a las 12. 30 horas justas, el puesto de la Guardia Civil de Valls recibía una llamada de los servicios de seguridad de Barcelona indicando que se había disparado la alarma de la sucursal bancaria.Todavía no habían conseguido su objetivo los atracadores, cuando advirtieron la presencia de la Guardia Civil en la calle.

Se produjo un momento de confusión, que algunos clientes aprovecharon para salir a la calle. Uno de los atracadores, Francisco Jiménez, intentó camuflarse entre los que huían, pero fue detenido por la Guardia Civil. El otro asaltante, Juan Manzanares, decidió hacerse fuerte en el interior, con cinco empleados y un cliente como rehenes. La tensión iba aumentando por momentos. A las 13.05 horas la emisora municipal de Valls recibió una llamada ,telefónica. Era el atracador, que daba a conocer sus condiciones para liberar a los rehenes: que se presentase inmediatamente el ministro de Interior, José Barrionuevo. No dijo para qué. Se expresaba con fluidez en catalán y castellano. "Parece inteligente", comentaba la gente que escuchaba la radio.

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El gobernador civil llamó al banco y habló con el atracador. Le explicó que el ministro no podía ir porque se encontraba en Galicia, con el Gobierno y los Reyes. Intentó convencerle de que se entregara, pero Juan Manzanares se mantuvo firme. El gobernador se ofreció entonces para ir a la sucursal en lugar del ministro. Valero entró en el banco acompañado por el alcalde de Valls, Pau Nuet. Eran las 15. 35 horas. Apenas medía hora después se oyeron tres disparos.

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