El recaudador de Ciudad Lineal se pondrá a disposicion judicial, según su esposa

Fermín Merino Rodríguez, de 62 años de edad, el recaudador municipal al que el Ayuntamiento de Madrid acusa de un fraude de 79 millones de pesetas, y actualmente fuera de Madrid, ha decidido ponerse a disposición de la autoridad judicial para aclarar los hechos, según ha manifestado su esposa. Merino, afirma la mujer, M. R. M. S., de 37 años, no se ha apoderado de ese dinero, aunque es consciente de su responsabilidad, si se confirma el fraude, como director de la oficina de recaudación. M. R. declaró: "Es imposible que lo haya hecho".

El Ayuntamiento confirmó el pasado viernes la exis...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Fermín Merino Rodríguez, de 62 años de edad, el recaudador municipal al que el Ayuntamiento de Madrid acusa de un fraude de 79 millones de pesetas, y actualmente fuera de Madrid, ha decidido ponerse a disposición de la autoridad judicial para aclarar los hechos, según ha manifestado su esposa. Merino, afirma la mujer, M. R. M. S., de 37 años, no se ha apoderado de ese dinero, aunque es consciente de su responsabilidad, si se confirma el fraude, como director de la oficina de recaudación. M. R. declaró: "Es imposible que lo haya hecho".

El Ayuntamiento confirmó el pasado viernes la existencia de un descubierto de 79 millones de pesetas en la oficina de recaudación de impuestos municipales de la zona de Ciudad Lineal y precisó que se habían tomado medidas administrativas y judiciales contra él recaudador.Fermín Merino no estaba en Madrid el pasado viernes, según su mujer, sino en Asturias, convaleciente de una enfermedad. Ese mismo día por la noche la esposa recibió una llamada telefónica anónima en su domicilio. Alguien, que se identificó como un buen amigo", le avisó de que a su marido "le van a meter cien millones". Ella, según ha manifestado, quedó muy impresionada por la llamada e inmediatamente telefoneó a su marido. "Él se asustó, me dijo que no se había llevado ningún dinero y que no quería ir a la cárcel". El sábado por la mañana al hacerse pública la acusación de que era objeto, la mujer le volvió a llamar. Merino había desaparecido.

Sin embargo, Merino se puso ayer en contacto con su esposa y le comunicó su decisión de presentarse ante la autoridad judicial en cuanto regrese el hijo menor del matrimonio, que estudia en Londres.

"No nos recibieron"

Merino y su esposa mantienen una relación conyugal estable, según varios testimonios. Merino llevaba una vida sencilla. "Cansado de trabajar y a disgusto con la oficina de recaudación de impuestos que le había sido adjudicada hace un año en la zona de Ciudad Lineal, pensaba pedir pronto la jubilación anticipada. Hace semanas que. esperaba a que el Ayuntamiento de Madrid pasase la inspección correspondiente para tramitar su retiro laboral. Desde que se hizo la nueva distribución de las oficinas de recaudación ejecutiva por zonas, hace aproximadamente un año, no se había producido ninguna inspección, por lo que mi marido suponía que le iba a tocar pronto", precisó la esposa.La inspección se inició el pasado día 14. Los hechos posteriores son resumidos de la siguiente forma por la esposa de Merino: "El día 17 el jefe de la inspección, un señor que se apellida Elizondo, le dijo a mi marido que faltaban dos o tres millones de pesetas y que o les daba el dinero o iba a la cárcel. Mi marido no lo hizo mucho caso. Pensó que se trataba de algún error. Mi marido llevaba unos días que no se encontraba bien de salud. Padece del riñón y de artrosis. Me dijo que se iba unos días a Asturias. A la semana siguiente, el lunes o el martes, Elizondo vino a casa y trajo una notificación para que mi marido se presentase en el Ayuntamiento para resolver asuntos técnicos. Le dije que mi marido estaba enfermo, fuera de Madrid, y le expliqué dónde se hallaba. Después fui con un abogado al Ayuntamiento para tratar de aclarar lo que ocurría, pero no nos recibieron. Dijeron que el recaudador es mi marido y no yo. Luego sucedió todo lo demás. Todo es absurdo".

Fermín Merino, de 62 años, se casó en segundas nuncias hace 18 años con M. R. M.S. Hace un año, en abril de 1984, Merino y su esposa compraron un chalé en las proximidades de Madrid. La compra, por importe de 13 millones de pesetas, se hizo a nombre de la esposa de Merino. La residencia, de 390 metros construidos, no está terminada de pagar. A los Merino les han sido protestadas tres letras de cambio correspondientes a esta operación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

M. R. añade: "La información que ha hecho pública el Ayuntamiento es contradictoria. El Ayuntamiento dice que mi marido ganó 30 millones de pesetas en 1984 y que le debía el dinero de los premios por cobranza. Luego, admite que en 1984 mi esposo no tenía ninguna irregularidad. ¿A qué plazo se refiere el desfalco de los 79 millones? ¿Se mete un hombre que gana ese dinero y va a jubilarse en un lío como el que le imputan a mi marido?"

Continúan las investigaciones

El Ayuntamiento de Madrid, por otra parte, continúa las investigaciones para tratar de localizar nuevos bienes inmuebles de Fermín Merino, según manifestó ayer Alfredo Tejero, concejal responsable del área de Economía y Hacienda, para enajenarlos antes de que se realice un cambio de titularidad (ver El PAIS del día 25).Tejero explicó también que han terminado las inspecciones en todas las oficinas de recaudación sin que se haya descubierto ningún otro fraude.

Archivado En