RELIGIÓN

Ratzinger sostiene que la Iglesia defiende la sexualidad de la mujer frente al machismo

Joseph Ratzinger, teólogo y cardenal alemán, prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, ex Santo Oficio, sostiene, en unas declaraciones suyas publicadas ayer por el Corriere della Sera, que "el comunismo no ha producido la justicia social esperada y ha multiplicado otros aspectos de la injusticia" y que, "paradójicamente, es la Iglesia quien defiende lo específico de la sexualidad de la mujer, oprimida en el mundo de hoy por el modelo machista".

Afirma Ratzinguer que la Iglesia dice "no" a la entrada de las mujeres en el sacerdocio porque la participación en ést...

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Joseph Ratzinger, teólogo y cardenal alemán, prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, ex Santo Oficio, sostiene, en unas declaraciones suyas publicadas ayer por el Corriere della Sera, que "el comunismo no ha producido la justicia social esperada y ha multiplicado otros aspectos de la injusticia" y que, "paradójicamente, es la Iglesia quien defiende lo específico de la sexualidad de la mujer, oprimida en el mundo de hoy por el modelo machista".

Afirma Ratzinguer que la Iglesia dice "no" a la entrada de las mujeres en el sacerdocio porque la participación en éste "implica una participación en la simbología de Cristo que es muy exigente. Éste es el punto clave: Cristo era un hombre", y añade, "ser hombre o mujer no es un aspecto indiferente en la simbología del sacerdocio".Con una cierta ironía el cardenal recuerda que mientras en el mundo moderno se ha arrinconado la "corporeidad" como expresión de las cosas espirituales "en la espiritualidad cristiana, al revés, el cuerpo entra con pleno título", para acabar afirmando que es una contradiccion típicamente machista el hecho de que nuestra sociedad "exalta toda forma de anticonceptivo y corre después a la búsqueda afanosa de la maternidad a través de la fecundación artificial". Se trata dice Ratzinger de "una concepción de la sexualidad de sello machista impuesto con daño para la mujer".

Por lo que se refiere al marxismo y al comunismo, el cardenal, que había definido a los países socialistas del Este como la "vergüenza de la humanidad" en su documento sobre la teología de la liberación, afirma ahora: "el marxismo se presenta como ciencia e intenta una respuesta a las exigencias morales. De aquí su innegable fascinación. Pero se trata", añade, "de una fascinación que no puede llevarnos a olvidar que el marxismo usa elementos científicos pero abusa al mismo tiempo de dicha pretensión para aplastar el papel de la personalidad humana y sus aspectos no reducibles a exigenclas económicas y políticas. Al final de este camino en vez de liberar al hombre lo que hace es oprimirlo".

Sobre el caso de Leonardo Boff, el cardenal Ratzinger se limita a decir que espera que el teólogo brasileño "tenga en cuenta (el juicio dado por Roma a su obra) en sus futuras actividades de profesor y de escritor". Aunque la respuesta del cardenal hace pensar que la entrevista estaba hecha antes de la decisión tomada por el Vaticano de imponer al teólogo brasileño un período de "silencio voluntario".

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