El Gobierno está dispuesto a modificar el proyecto de reforma de pensiones para lograr el acuerdo con UGT

El Gobierno está dispuesto a modificar algunos aspectos de sus propuestas sobre pensiones, siempre que los agentes sociales, y concretamente UGT, acepten que "no hay más remedio que actuar inmediatamente sobre el actual sistema de Seguridad Social". En consecuencia, no aprobará las medidas presentadas por Trabajo mientras exista la posibilidad de negociar. El Gobierno, según aseguraron ayer en medios oficiales, considera que todo puede ser revisado, incluidas las exigencias de cotización y los períodos transitorios para las nuevas prestaciones. Precisamente hoy, el órgano máximo de decisión de...

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El Gobierno está dispuesto a modificar algunos aspectos de sus propuestas sobre pensiones, siempre que los agentes sociales, y concretamente UGT, acepten que "no hay más remedio que actuar inmediatamente sobre el actual sistema de Seguridad Social". En consecuencia, no aprobará las medidas presentadas por Trabajo mientras exista la posibilidad de negociar. El Gobierno, según aseguraron ayer en medios oficiales, considera que todo puede ser revisado, incluidas las exigencias de cotización y los períodos transitorios para las nuevas prestaciones. Precisamente hoy, el órgano máximo de decisión de la central socialista debate su postura sobre Seguridad Social.

El Gobierno ha ofrecido a UGT la posibilidad de retirar algunos de los aspectos más conflictivos de su propuesta sobre pensiones, siempre que por parte de la central socialista exista el deseo de abrir una auténtica negociación y, sobre todo, acepte y asuma que no hay más remedio que actuar sobre la cuantía inicial de las pensiones y los períodos de carencia. La oferta ha sido efectuada a través del PSOE, dadas las dificultades de comunicación que en los últimos días se están registrando entre el sindicato y el Gobierno.Según aseguraron ayer fuentes gubernamentales, el proyecto sobre pensiones puede modificarse -"revisarse", según la expresión utilizada- en aspectos- importantes. Así, puede retirarse el requisito de alta para tener derecho a pensión, a pesar de los problemas técnicos que ello conlleva. El denominado requisito de alta significa que el trabajador tiene que estar en activo en el momento de pasar a jubilación. O que, cuando menos, tiene que estar en paro. Al quitar este requisito, una persona que deje de trabajar por la razón que fuere, teniendo generado el derecho, no pierde la pensión.

La retirada del requisito de alta conllevaría, aunque en este extremo fueron bastante cautas las fuentes consultadas, una modificación en la carencia cualificada. Actualmente se exigen dos años de cotización dentro de los ocho anteriores a la jubilación.

Mayores de 55 años

Otro de los puntos revisables sería el período transitorio entre el sistema antiguo y el que se propone. El Gobierno estaría dispuesto a alargar el mismo de tal manera que la reforma no afectara a los trabajadores que hoy tienen 55 años.También se muestra dispuesto a suprimir los cinco años de carencia exigidos en su propuesta para la pensión de invalidez en caso de accidente no laboral. El Gobierno lo dejaría tal como se encuentra actualmente. En su afán de lograr un acuerdo con UGT, se ha ofrecido al PSOE, para que el partido lo traslade al sindicato, la posibilidad de aumentar sensiblemente las llamadas pensiones asistenciales, las del Fonas (Fondo de Asistencia Social), que son hoy de unas 11.000 pesetas mensuales.

Pero, además, el Gobierno estaría dispuesto a "revisar" otros puntos pendientes de negociación y no incluidos en el primer paquete de medidas urgentes. En este sentido, no tendría inconveniente en incluir en su negociación con UGT las pensiones de supervivencia, reconsiderando las de las viudas menores de 55 años. "Nosotros", según las fuentes consultadas, "no estamos cerrados a ninguna negociación y estamos dispuestos a tratar todos los puntos. La única condición es que UGT asuma la necesidad de actuar sobre las pensiones si queremos que los trabajadores hoy en activo cobren un día su jubilación".

Mientras haya la mínima posibilidad de negociación y de acuerdo -y para ello se ha ofrecido a la UGT la modificación de los aspectos más conflictivos de la ley de sanidad en trámite parlamentario-, el Gobierno no aprobará las medidas de reforma. Para determinar el grado de voluntad dialogante de la UGT, se espera con auténtico interés en áreas gubernamentales las decisiones que adopte hoy el comité confederal de UGT.

La UGT, según opinión de la mayona de las federaciones, rechazará frontalmente cualquier recorte en las pensiones. Las previsiones apuntan a que únicamente habrá dos federaciones que intentarán defender una postura más flexible en este punto, la de químicas, cuya secretaria general es Matilde Femández, y la del metal, con Antonio Puerta de secretario general. Ambos, son, además, miembros de la ejecutiva socialista.

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