Crítica:MÚSICA CLÁSICA

Virtuosismo pianístico frente a virtuosismo orquestal

La Sinfónica de Saint-Louis fue la segunda de las cuatro orquestas norteamericanas que intervienen en el ciclo Año Europeo de la Música. Es un conjunto de los más antiguos de la Unión -fue fundado en 1881, como Boston, y sólo les aventaja Nueva York, de 1842- y, desde hace tiempo, está situado entre las 12 o 13 mejores formaciones orquestales estadounidenses.Después de un característico ensayo coreográfico para orquesta" del compositor y director Leonard Bernstein, titulado Facsimil, tan trivial como brillante, el pianista Emmanuel Ax protagonizó el Concierto en sol, KV 453, de W...

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La Sinfónica de Saint-Louis fue la segunda de las cuatro orquestas norteamericanas que intervienen en el ciclo Año Europeo de la Música. Es un conjunto de los más antiguos de la Unión -fue fundado en 1881, como Boston, y sólo les aventaja Nueva York, de 1842- y, desde hace tiempo, está situado entre las 12 o 13 mejores formaciones orquestales estadounidenses.Después de un característico ensayo coreográfico para orquesta" del compositor y director Leonard Bernstein, titulado Facsimil, tan trivial como brillante, el pianista Emmanuel Ax protagonizó el Concierto en sol, KV 453, de W. Amadeus Mozart.

Exquisito creador de sonoridades, espíritu sensitivo donde los haya, poseedor de un juego perfecto, Emmanuel Ax, intérprete de origen polaco, chopinizó un tanto los pentagramas del compositor salzburgués, pero logró un orden de belleza verdaderamente admirable.

Año Europeo de la Música

Orquesta Sinfónica de Saint-Louis. Director: Leonard Slatkin. Pianista: Emmanuel Ax. Obras de Bernstein, Mozart y Prokofiev.Teatro Real. Madrid, 15 de abril.

El director Leonard Slatkin no me parece un músico de acabado refinamiento, sino un excelente trabajador del conjunto, un líder musical estentóreo que inunda de vitalidad cuanto toca y anima el espíritu de sus colaboradores hasta convertirlo en llameante hoguera.

Su visión musical de la Quinta sinfonía de Prokofiev pareció un largo ejercicio virtuosista, tan avasallador en las individualidades como en los tutti. El brillo y agilidad de los metales, el poderío cantabile y el deslumbrante mecanismo de las cuerdas, la calidad equilibrada de las maderas se fundieron de modo asombroso, y Leonard Slatkin logró tan exactas planificaciones como clarísimas definiciones dentro de una curva dinámica que parece no tener límite.

El éxito del concierto de la Sinfónica de Saint-Louis fue total y a él correspondió la orquesta estadounidense con. propinas de Manuel de Falla y Sousa.

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