Reportaje:

57 millones en un año

El programa de desinstitucionalización, comenzó en 1973 con la creación de los primeros centros; de estas características y prosiguió durante los años 1979 y 1983 con la adquisición de una serie de pisos a los que serían trasladados los menores, según señala Ricardo de León, director del servicio regional de Bienestar Social del Gobierno de Navarra. Para su mantenimiento el Gobierno de Navarra destinó en 1984 más de 57 millones de pesetas.Recientemente se han establecido unas cuotas de aportación de las familias de los menores acogidos según la renta per cápita, si bien éstas tienen un ...

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El programa de desinstitucionalización, comenzó en 1973 con la creación de los primeros centros; de estas características y prosiguió durante los años 1979 y 1983 con la adquisición de una serie de pisos a los que serían trasladados los menores, según señala Ricardo de León, director del servicio regional de Bienestar Social del Gobierno de Navarra. Para su mantenimiento el Gobierno de Navarra destinó en 1984 más de 57 millones de pesetas.Recientemente se han establecido unas cuotas de aportación de las familias de los menores acogidos según la renta per cápita, si bien éstas tienen un sentido simbólico, dada la precaria situación económica en que la mayoría de ellas se encuentra, pero que en ningún caso viene a significar el coste real del servicio prestado.

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La atención a los niños se completa con un tratamiento de su salud y con la organización de actividades extraescolares. "Al margen de las actividades desarrolladas en el centro, los menores están todos escolarizados en colegios, habiendo conseguido una gran integración en la escuela y el barrio. A ello ha contribuido el hecho de que la mayoría de los niños participa en actividades organizadas por la propia escuela o por el Ayuntamiento", según María Luz Munárriz, jefe del servicio de Infancia y Juventud del Gobierno de Navarra. Igualmente, un total de 38 niños participó el pasado verano en el programa de colonias y campamentos escolares organizados por diferentes instituciones, alternándolas con las estancias en sus familias y en el centro.

La evaluación de los resultados obtenidos con este programa de desinstitucionalización, medida por la reinserción familiar y social de los menores, es muy difícil de precisar, en opinión de Ricardo de León, debido al poco tiempo que los pisos llevan en funcionamiento, así como a la problemática tan grave que presentan las familias de los niños. "En cambio", agrega el director del servicio regional de Salud, "es altamente positiva en sus resultados tanto educativos de mejora y normalización de la personalidad y equilibrio de los menores que venían padeciendo fuertes alteraciones conductales, como en el aspecto académico".

Un informe de este servicio regional de Salud recoge que todavía el 21,33% de los niños atendidos en estos pisos, incluyendo los escolarizados en educación especial, presenta un desfase entre la edad y el curso que les corresponde. Las causas de este retraso escolar, en general, son previas al ingreso en los pisos.

Este informe señala además que se aprecia una regularización en este factor, pues solamente tres en EGB y uno en Formación Profesional del grupo total de niños acogidos repiten curso este año (el 5,40%). Visto de otra forma, el 94,60% de los niños atendidos consiguió durante el último curso seguir un proceso escolar institucional adecuado.

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