Diálogo a la fuerza

., La situación en El Salvador y en Nicaragua tiene grandes paralelismos. Quien favorezca el díálogo entre el Gobierno y la oposición armada en el primer país debería hacerlo en el segundo. Éste es el más reciente argumento de la Administración norteamericana para convencer a los países del área que hasta ahora se han resistido a ratificar la política de Washington en Centroamérica.

Con esa simplificación del diálogo en abstracto, Reagan parece haber obtenido -si no se matizan las declaraciones de Miguel de la Madrid- un cambio de la posición de México, el país que con más insistencia ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

., La situación en El Salvador y en Nicaragua tiene grandes paralelismos. Quien favorezca el díálogo entre el Gobierno y la oposición armada en el primer país debería hacerlo en el segundo. Éste es el más reciente argumento de la Administración norteamericana para convencer a los países del área que hasta ahora se han resistido a ratificar la política de Washington en Centroamérica.

Con esa simplificación del diálogo en abstracto, Reagan parece haber obtenido -si no se matizan las declaraciones de Miguel de la Madrid- un cambio de la posición de México, el país que con más insistencia respaldaba las aspiraciones de Nicaragua. En estas condiciones, y teniendo en cuenta que el presidente colombiano, Belisario Betancur, ha atenuado su firmeza ante Washington, el Gobierno sandinista -el único que ha aceptado el Acta de Paz de Contadora- se puede encontrar aislado en la reunión entre los cancilleres de México, Colombia, Panamá y Venezuela y los países centroamericanos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En