"Los modernos están un poco desorientados"

La sinceridad que parece caracterizar a Félix Candela le hace confesar con naturalidad que su experiencia docente en la universidad norteamericana de Illinois "no fue muy interesante". "Pasé sin más", añade. "Aporté mis experimentos en las estructuras laminares, pero los alumnos no estaban interesados en ellas porque se habían pasado de moda". El sometimiento a las modas, precisamente, es para Candela uno de los pecados capitales de la arquitectura; tema que inevitablemente desemboca en la posmodernidad. "Rompen con todo el movimiento llamado moderno y están con el posmoderno", dice, "que es u...

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La sinceridad que parece caracterizar a Félix Candela le hace confesar con naturalidad que su experiencia docente en la universidad norteamericana de Illinois "no fue muy interesante". "Pasé sin más", añade. "Aporté mis experimentos en las estructuras laminares, pero los alumnos no estaban interesados en ellas porque se habían pasado de moda". El sometimiento a las modas, precisamente, es para Candela uno de los pecados capitales de la arquitectura; tema que inevitablemente desemboca en la posmodernidad. "Rompen con todo el movimiento llamado moderno y están con el posmoderno", dice, "que es una moda más; pasajera, supongo. No se encuentran las bases y eso es lo que quizá me hizo a mí dedicarme a la estructura, porque creía que ahí tenía una base más firme sobre la que poder desarrollar la arquitectura. Me parece que se está haciendo ahora demasiada decoración superficial; que todo este movimiento posmoderno es sólo decorativo y que no tiene una base firme. Se quiere volver al sistema de decoración clásica, pero no con una intención demasiado definida. Me parece que están un poco desorientados los posmodernos".Su visión sobre la arquitectura española actual es optimista. Dice que a su regreso a España, una vez jubilado, encontró la situación bastante bien: "Mejor que en otros sitios. Aquí siempre ha habido buenos arquitectos y los sigue habiendo. Eso se nota, por ejemplo, en Madrid, en las últimas cosas que se han hecho". Dentro de ese "desorientado" panorama posmoderno le gusta destacar a Ricardo Bofill, que "sí tiene una cierta dirección más definida; porque es muy listo". Y si se le plantea la cuestión del artista no reconocido en su país hasta que no lo hacen fuera de nuestras fronteras, asegura que no es un mal exclusivo español. "Es algo que pasa en todas partes; a menos que la gente forme grupos en los que se apoyan unos a otros, se den coba mutua y se organicen el tinglado".

"Yo nunca he seguido ninguna corriente y hacía cosas que desconcertaban un poco a la gente", dice Candela respecto a esta formación de grupos de presión. "Lo único que hice fue desmitificar el cálculo de las estructuras y demostrar que, además, se podían construir con relativa facilidad. Publiqué todo sobre mis procedimientos de cálculo y ejecución. No me los guardé para mí solo".

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