Una comisión interministerial planificará el futuro del estratégico sector aceitero en España

El Gobierno ha constituido un grupo de trabajo, integrado por representantes de los ministerios de Economía, Agricultura, Industria y Trabajo, para estudiar, discutir y planificar la configuración futura que debe tener el sector de aceites y grasas en España, sobre todo una vez que se produzca el ingreso en el Mercado Común europeo. Miguel Angel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Economía y Planificación, tiene el mandato de coordinar este grupo de trabajo, creado a instancias de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos y con el que se pretende aplicar una mayor racionalización a e...

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El Gobierno ha constituido un grupo de trabajo, integrado por representantes de los ministerios de Economía, Agricultura, Industria y Trabajo, para estudiar, discutir y planificar la configuración futura que debe tener el sector de aceites y grasas en España, sobre todo una vez que se produzca el ingreso en el Mercado Común europeo. Miguel Angel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Economía y Planificación, tiene el mandato de coordinar este grupo de trabajo, creado a instancias de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos y con el que se pretende aplicar una mayor racionalización a este sector.

Un aldabonazo importante para decidirse a dar este paso fue el intento realizado por un grupo francés para controlar más de la mitad del mercado del aceite comestible español, a partir de su intento de compra de la firma Carbonell, cuando ya controlaban practicamente la mayoría del capital de Koipe. Ante esta situación el Gobierno tomó la decisión de considerar el aceite como sector estratégico y propició la creación de un gran holding nacional que se hiciera con la mayoría del sector.La comisión, que tendrá esta próxima semana su primera reunión formal, está integrada por el director general de Industrias Agro alimentad as, Vicente Albero, y por el jefe del gabinete del Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA), Fernando Panizo, en representación de Agricultura; Sebastián Reyna, director general de Cooperativas, por el Ministerio de Trabajo; Luis Escauriaza, director general de la Pequeña y Mediana Empresa, por Industria, y el director general de Política Económica, José Montes, por Economía.

Previsiblemente, José Barea, presidente del Banco de Crédito Agrícola y principal valedor del plan de saneamiento de las cajas rurales con graves problemas a través de su asociación con la banca oficial, la constitución de un fondo de liquidez que asegure a todas las entidades con problemas y asumiendo tareas de inspección para un mayor control de unas entidades con una deficiente profesionalidad, será quien presida este grupo de trabajo.

Barea tuvo un importante papel en todo el proceso de salvación de la Unión Territorial de Cooperativas (Uteco), de Jaén, y se considera que puede aportar una importante experiencia en esta comisión, habida cuenta de que precisamente la redefinición de lo que se piensa hacer con esta unión de cooperativas es uno de los puntos que deben ser estudiados.

Este nuevo grupo de trabajo para planificar en profundidad el sector aceitero de nuestro país amplía la comisión interministerial formada hace meses para estudiar específicamente el futuro de Uteco-Jaén y, por extensión, del fenómeno cooperativo.

Sociedad mixta

Precisamente en abril del pasado año se aprobó una ley (por la que se habilitaban 27.000 millones de pesetas para resolver los problemas y riesgos acumulados por la citada cooperativa) en la que se preveía la constitución de una sociedad mixta, con mayoría de capital público, que sustituyera a Uteco-Jaén en su fórmula actual.No obstante haberse llegado a la fórmula de reflotamiento de Uteco-Jaén el proyecto sigue sin concretarse, ya que aún no se ha decidido qué estamento dentro de la Administración deberá aportar el dinero necesario para cubrir esa aportación mayoritaria del sector público. Ésta es una de las cuestiones que tendrá, previsiblemente, que resolver el nuevo grupo de trabajo que ahora, con mayor amplitud de miras, se ha constituido.

Otro de los aspectos que incluye el mandato dado por la comisión delegada a este grupo interministerial es la planificación de la política de aceites en España y la posible creación de un holding de empresas nacional, que podría controlar aproximadamente el 70% del mercado aceitero (el resto está en manos de Koipe, en la que ya tiene mayoría la francesa Lesieur). Ésta es una hipótesis que se ha venido barajando desde que se conoció el deseo del grupo francés Lesieur -materializado en un principio de acuerdo- de adquirir Carbonell. Desde ese momento comenzó a potenciarse la formación de un grupo español para adquirir la marca Carbonell.

Tras diversas vicisitudes, la última de las cuales ha sido la toma de control mayoritario de Lesieur en Koipe -que aleja el fantasma de una mayor presencia extranjera dentro del sector aceitero español ante la incorporación de España al Mercado Común Europeo- se ha optado por intentar desarrollar la fórmula de un holding nacional -incluso se ha pensado en el nombre de Aceites Españoles- en el que quedarían integrados los patrimonios de Aceites Elosúa, Industrias Pont (fabricantes de aceites Borges), una empresa del sector público (previsiblemente Olcesa) y Carbonell.

Aportar capital

Para poder llevar esta hipótesis a la práctica -algo que, por otra parte, está todavía bastante verde, según reconocen distintas fuentes- es necesario que los integrantes de ese holding puedan aportar los aproximadamente 4.000 millones de pesetas necesarios para adquirir Carbonell a sus actuales propietarios, el Banco Hispano Americano.Tanto Elosúa como Pont han solicitado, para entrar en esa operación, que se habilite un crédito lo suficientemente amplio como para poder llevar a cabo la operación, con tipos de interés más blandos, bien con subvención de intereses o con un elevado período de carencia.

Por el momento, existe incluso bosquejada la estructura que podría tener ese grupo y la redistribución que tendría su propia política comercial. Según esos planes, todo el aceite de oliva se comercializaría bajo la marca Carbonell; Elosúa sería la marca para el girasol, mientras que el aceite de calidad más elevada se comercializaría con la marca Borges.

Este holding no tendría problemas de exceso de capacidad en el terreno del girasol, mientras que habría necesidad de realizar alguna reestructuración interna por la duplicidad de instalaciones que podría producirse en algunas zonas, según fuentes de la Administración.

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