CIENCIA

El 'Discovery' concluyó su misión militar

La nave espacial norteamericana Discovery aterrizó ayer en cabo Cañaveral (Florida) a las 16.23, hora local (21.23 GTM), tres días después de su lanzamiento la misión secreta que debía realizar -la puesta en órbita de un satélite espía- ha sido llevada a cabo con éxito. La nave espacial ha recorrido cerca de dos millones de kilómetros en torno a la Tierra. Cinco austronautas se encontraban a bordo del Discovery en su primera misión militar. El transbordador espacial tomó tierra en una pista de cinco kilómetros.

Respetando las órdenes impuestas por el Pentágono, la Agencia espacial n...

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La nave espacial norteamericana Discovery aterrizó ayer en cabo Cañaveral (Florida) a las 16.23, hora local (21.23 GTM), tres días después de su lanzamiento la misión secreta que debía realizar -la puesta en órbita de un satélite espía- ha sido llevada a cabo con éxito. La nave espacial ha recorrido cerca de dos millones de kilómetros en torno a la Tierra. Cinco austronautas se encontraban a bordo del Discovery en su primera misión militar. El transbordador espacial tomó tierra en una pista de cinco kilómetros.

Respetando las órdenes impuestas por el Pentágono, la Agencia espacial norteamericana (NASA) no ha proporcionado a la Prensa más informaciones -aparte de los lacónicos comunicados que cada ocho horas anunciaban que todo iba bien- desde que el jueves pasado se iniciara la primera misión militar secreta de la que se tiene noticia llevada a cabo por este tipo de naves. El comunicado de la NASA añadía que el Discovery había finalizado con éxito su misión después de que el motor del cohete IUS, siglas que significan "fase de inercia superior" funcionase a la perfección. Este cohete era el encargado de situar en órbita el contenido misterioso que la nave llevaba en su bodega.El satélite ha sido situado en una órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de altura. Las especulaciones sobre este satélite secreto, que según todos los indicios se trata de un modelo conocido por las siglas Sigint, que corresponden a señal de espionaje, comenzaron mucho antes del lanzamiento de la misión tripulada por cinco expertos militares, al mando del capitán de fragata Thomas Mattingly, cuando el periódico The Washington Post desveló la existencia de este tipo de ingenios. A pesar de que ni la NASA ni el Pentágono han divulgado el objeto de la misión, los especialistas aseguran que se trata de un satélite espía de dos toneladas y medio de peso, capaz de interceptar las comunicaciones de radio, telefónicas y entre satélites de la URSS.

Comunicaciones militares

Otras fuentes añaden que el satélite, cuyo coste se estima en 300 millones de dólares, (unos 56.000 millones de pesetas), sobrevolaría la Tierra un poco por debajo del ecuador, al sur de la Unión Soviética, y será capaz de escuchar las comunicaciones militares en Europa, Asia y Africa.El anuncio de que el cohete encargado de ponerlo en órbita ha funcionado supone un alivio para los técnicos norteamericanos, ya que la anterior ocasión en que se utilizó supuso un fracaso cuando el satélite de comunicaciones TDRS-A estuvo a punto de perderse por el mal funcionamiento del sistema.

Dentro de tres semanas está previsto un nuevo vuelo del transbordador espacial, en este caso la nave Challenger que colocará en órbita un satélite de comunicaciones. En este vuelo viajará el senador Jake Gartik junto a otros seis astronautas.

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