La sorpresa de Itoiz
ItoizJornadas de música popular del País Vasco.
Colegio mayor San Juan Evangelista Madrid, 16 de noviembre.
Con la colaboración de la concejalía de Cultura de Madrid, el colegio mayor San Juan Evangelista, que a través dé su Club de Música y Jazz mantiene viva la Rama de la buena música en la Universidad madrileña, se han organizado las primeras jornadas de música popular del País Vasco. Abrió las jornadas el grupo Itoiz. A pesar de ser prácticamente desconocido en Madrid, el local se abarrotó.
Itoiz fue una revelación de agradabilísima sorpresa. ...
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ItoizJornadas de música popular del País Vasco.
Colegio mayor San Juan Evangelista Madrid, 16 de noviembre.
Con la colaboración de la concejalía de Cultura de Madrid, el colegio mayor San Juan Evangelista, que a través dé su Club de Música y Jazz mantiene viva la Rama de la buena música en la Universidad madrileña, se han organizado las primeras jornadas de música popular del País Vasco. Abrió las jornadas el grupo Itoiz. A pesar de ser prácticamente desconocido en Madrid, el local se abarrotó.
Itoiz fue una revelación de agradabilísima sorpresa. Es un grupo que hace rock por directo. Sin subterfugios ni sofisticaciones gratuitas, pero con un sonido compacto que sabe hacer llegar al público la verdad de su música, su profesionalidad e inspiración de buenos músicos que prefieren la solidez del trabajo antes que el falso virtuosismo espectacular.
Unas bases rítmicas sólidas, con un bajista de arrolladora presencia y regularidad de metrónomo, un teclista que sabe crear matizados ambientes armónicos, un guitarrista de solos breves pero siempre adecuados y un cantante que sabe comunicar con el público y además toca la guitarra con precisión.
Además, las canciones son breves, directas y buenas. Sobresalen Marea gora, buena marcha que puso en pie al personal; Profhecia, un hermoso tema de cambios rítmicos sincopados que empieza como balada y acaba de manera desenfrenada. Especialmente interesante y bien resuelta su mezcla de rock fuerte con ritmos caribeños, en particular el ragge y el ska. ¿Qué más se puede pedir? Sólo que vuelvan a actuar en Madrid.