Madrid ha ganado a Barcelona la batalla por la instalación de la fabrica de 'chips' de AT&T en España

Madrid ha ganado a Barcelona la pequeña batalla de la microelectrónica. La multinacional norteamericana American Telegraph and Telephone (AT&T) instalará su fábrica española de semiconductores en Madrid, en el polígono de Tres Cantos, en las cercanías de Colmenar. La opción madrileña se ha impuesto a las gestiones de la Generalitat de Cataluña, que con el apoyo del director general de Electrónica e Informática del Ministerio de Industria, el catalán Joan Majó, han pugnado en los últimos meses por radicar en Barcelona la primera industria de circuitos integrados (chip) de alta sofisticación....

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Madrid ha ganado a Barcelona la pequeña batalla de la microelectrónica. La multinacional norteamericana American Telegraph and Telephone (AT&T) instalará su fábrica española de semiconductores en Madrid, en el polígono de Tres Cantos, en las cercanías de Colmenar. La opción madrileña se ha impuesto a las gestiones de la Generalitat de Cataluña, que con el apoyo del director general de Electrónica e Informática del Ministerio de Industria, el catalán Joan Majó, han pugnado en los últimos meses por radicar en Barcelona la primera industria de circuitos integrados (chip) de alta sofisticación.

Desde que se firmó el acuerdo para la instalación de la multinacional en España, a finales de julio, entre el presidente de AT&T, Thomas Thomseri, el de la Compañía. Telefónica Nacional de España (CTNE), Luis Solana, y el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, se desató una guerra de influencias y de presiones políticas entre distintas comunidades autónomas y la Administración central. Desde un principio se barajaron Andalucía, Cataluña y Madrid, como posibles lugares de ubicación de AT&T; aunque pronto se eliminó la candidatura andaluza por razones de índole técnica y de infraestructura. La importancia del proyecto ha justificado sobradamente esta cerrada compentencia entre los gobiernos de Jordi Pujol y Joaquín Leguina.La nueva empresa creada por AT&T y Telefónica, con un capital social de 65 millones de dólares (un 80% suscrito por la multinacional y un 20%. por el monopolio telefónico español), prevé una inversión. inicial de 200 millones de dólares (unos 33.000 millones de pesetas) y la creación de 700 empleos de alta cualificación (150 técnicos superiores recibirán formación en Estados Unidos).

La filial española producirá chips de 1,75 micras, circuitos de alta sofisticación que en la actualidad sólo se fabrican en el mundo en Estados Unidos (cinco sociedades) Japón (una sociedad). El acuerdo con AT&T aporta a la filial española el acceso a su tecnología y mercados mundiales, asegurándole la exportación del 80% de su producción.

El proyecto español de AT&T cuenta con subvenciones oficiales hasta un techo de 60 millones de dólares (cerca de 10.000 millones de pesetas) y créditos oficiales por valor de otros 75 millones de dólares (unos 12.500 millones de pesetas). Pieza clave para estas ayudas comprometidas con la multinacional es el acceso de la misma a las ventajas previstas para las denominadas Zonas de Urgente Reindustrialización (Zur). De ahí que se espera la inminente declaración de Madrid como zona Zur, que podría tener lugar la próxima semana, con inclusión del Polígono de Tres Cantos dentro de su área. Directivos de AT&T visitaron en los últimos días los terrenos, propiedad de la Comisión de Planeamiento y Control del Área Metropolitana (COPLACO).

Pese al hermetismo de la Administración central y de la propia Telefónica sobre la ubicación de la factoría de AT&T, en los últimos meses se ha producido una carrera entre comunidades autónomas por acoger sus instalaciones. Espectáculo que ha recordado, en alguna medida, las pugnas entre ciudades que se dieron con la llegada de Ford y General Motors a España. Joan Hortalá, conseller de Industria de la Generalitat, se pronunció en un acto público contra la instalación de AT&T en Madrid. Argumentó a favor de Barcelona las mejores comunicaciones internacionales de esta ciudad y la existencia de un gran puerto industrial, su mayor tradición empresarial, la existencia de personal cualificado en electrónica y la instalación en Bellaterra del Centro de Investigación Microelectrónica. Descalificó, asimismo, la mayor estabilidad sísmica de Madrid, "ya que en el área de Barcelona no hay riesgo de terremotos".

El director general de Electrónica e Informática del Ministerio de Industria, Joan Majó, con mayor prudencia, declaró a un periódico barcelonés: "como catalán me gustaría que se instalase en Barcelona como imagino que a Luis Solana le puede gustar en Madrid, pero desde esta dirección general no se ha hecho ninguna indicación al respecto y repito que AT&T tiene la última palabra". El presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, con discreción, ha allanado todas las dificultades para la cesión de terrenos.

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