Cementerios atómicos

Con fecha 22 de agosto, leí en el periódico EL PAIS una noticia sobre la creación de una empresa dedicada a almacenar residuos radiactivos llamada Enresa.Cuando ésta llegó a mi poder, pensé si estos señores aprovecharían algún cementerio atómico ya existente, como podría ser el de Hornachuelo, de la provincia de Córdoba y limítrofe dicho pueblo con Badajoz y Sevilla. Sería incongruente que, una vez más, nos viéramos sorprendidos por unos riesgos de los que nada positivo sacamos los habitantes de estos lares, que, por cierto, no recibimos ningún canon de compensación ni asistencia médica prefer...

Con fecha 22 de agosto, leí en el periódico EL PAIS una noticia sobre la creación de una empresa dedicada a almacenar residuos radiactivos llamada Enresa.Cuando ésta llegó a mi poder, pensé si estos señores aprovecharían algún cementerio atómico ya existente, como podría ser el de Hornachuelo, de la provincia de Córdoba y limítrofe dicho pueblo con Badajoz y Sevilla. Sería incongruente que, una vez más, nos viéramos sorprendidos por unos riesgos de los que nada positivo sacamos los habitantes de estos lares, que, por cierto, no recibimos ningún canon de compensación ni asistencia médica preferencial en materia preventiva al menos.

En el número 1.943, de fecha 13 al 20 de septiembre de 1977, el semanario Mundo de Dopesa, hoy desaparecido, me publicó una carta en la que denunciaba la instalación de dicho cementerio; pedía, entre otras cosas, una información y reportaje de aquellos almacenes existentes en el territorio nacional, pero esto no fue posible.-