SANIDAD

El gasto público en sanidad crecerá en 1985 un 10% y se aproximará al billón de pesetas

Los presupuestos sanitarias de la Seguridad Social para el año próximo ascienden a 932.020 millones de pesetas, un aumento del 10% sobre 1984, según los documentos enviados al Parlamento junto a las cuentas del Estado. Mientras los gastos por farmacia y asistencia con medios ajenos apenas, crecerán el 7% de inflación prevista, los destinados a medios propios lo harán el 12%. Desde otra perspectiva, será casi congelada la asistencia a domicilio, reducida la investigación y docencia, y potenciada la medicina preventiva, pese a que, todavía sigue con dotaciones exiguas. Entre los diversos program...

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Los presupuestos sanitarias de la Seguridad Social para el año próximo ascienden a 932.020 millones de pesetas, un aumento del 10% sobre 1984, según los documentos enviados al Parlamento junto a las cuentas del Estado. Mientras los gastos por farmacia y asistencia con medios ajenos apenas, crecerán el 7% de inflación prevista, los destinados a medios propios lo harán el 12%. Desde otra perspectiva, será casi congelada la asistencia a domicilio, reducida la investigación y docencia, y potenciada la medicina preventiva, pese a que, todavía sigue con dotaciones exiguas. Entre los diversos programas habrá reajustes de personal.

La medicina con medios propios -597.294 millones de pesetas, más de la mitad del presupuesto total- ganará presencia e incentivará la asistencia hospitalaria. Su crecimiento del 12% contrasta con el 7,33% fijado para la de medios ajenos (hasta 192.116 millones de pesetas) y con el 6,66% en los gastos por recetas (hasta 160.610 millones de pesetas).También será impulsada la medicina preventiva, que elevará sus gastos un 50% (hasta 7.401 millones). Por el contrario, sólo aumentará el 2,1% la dotación para asistencia a domicilio (274.316 millones) y descenderán las de docencia e investigación, tan exiguas como las de prevención. En la asistencia con medios ajenos, el mayor recorte afectará a las instituciones del Estado (de 25.821 a 5.1031 millones). Al mismo tiempo, serán casi congelados -en algo más de 58.000 millones de pesetas los pagos a instituciones privadas. En cambio, la asistencia prestada a través de instituciones de entes territoriales crecerá un 39%.

La asistencia sanitaria primaria, que absorberá el 23% de, todo el presupuesto sanitario y engloba la medicina rural o urbana, contará con 150 nuevos centros de salud y extender a éstos, la asistencia especializada.

En general, los programas de medicina general y pediatría recibirán el 63,8 8 % del gasto para dicha actividad primaria, así como el 72% de las 85.956 personas asignadas. Habrá algunas novedades en la orientación de este gasto: crear 200 equipos de atención primaria y profundizar en el Insalud la reforma de la misma, dedicar a la consulta ocho minutos de media por cada paciente y reducir un 20% el número, de las que requieren asistencia secundaria. Pero el personal ocupado descenderá de 42.312 a 40.585 personas. Ello permitirá que los gastos crezcan un 2,151. (hasta 86.616 millones), mientras las compras de bienes y servicios subirán un 120% (hasta 2.421).

Las medidas preventivas se centrarán en la hepatitis B (de origen viral y larga duración, de cara a la que será vacunado el personal sanitario), las enfermedades odontoestomatológicas (merecerán programas educativos y exámenes gratuitos de boca y eliminación de focos infeccionos dentarios), el cáncer genital en mujeres de alto riesgo (mayor ocupación de medios citológicos), la morbi-mortalidad maternal y perinatal y el control sanitario de instalaciones radiológicas. Su prioridad estará determinada más por el aumento relativo de recursos (un 83%) y por librarse el programa preventivo de las restricciones en personal (pasará de 1.007 a 1.323 personas) que por el volumen total de dinero asignado (2.323 millones).

Nuevo concepto

Dentro del nuevo concepto de atención primaria, que pretende derribar la barrera entre ésta y la hospitalaria, serán incluidas ciertas especialidades, resultarán desdoblados varios tipos de atención (neuropsiquiatría, pulmón y corazón) y, en general, las especialidades serán ejercidas en el centro de salud en las poblaciones donde el paciente deba realizar largos recorridos.El tiempo medio de consulta será de 14 minutos, con tendencia a aumentar en casos de citación previa. La disminución de personal ocupado irá de los 27.714 actuales a 21.452, con descenso del 17% en sus gastos totales (hasta 42.958 millones), aunque fuentes oficiales aseguran que es aparente, si se tiene en cuenta la asignación de especialistas tras la orden ministerial de abril pasado que jerarquizó las instituciones sanitarias abiertas. La radiología, además de ser sometida a especiales medidas preventivas, verá incrementada su plantilla de 2.916 a 4.034 personas; el número medio de placas por enfermo se fija en 2,5; el coste por acto radiológico se eleva a 619 pesetas, y se realizarán tres exploraciones por paciente. Por el contrario, en análisis habrá una reducción de personal equivalente a la anterior, y en rehabilitación se duplicará la plantilla (de 212 a 525 personas), con los objetivos de lograr una cobertura media del 85%, disminuir las listas de espera y limitar a 2.800 pesetas el coste medio por enfermo asistido. En urgencias, la plantilla subirá de 4.163 a 5.025 personas.

Por otra parte, la asistencia hospitalaria, que ocupará a 140.546 personas y absorbe el 55,6% de los gastos (en total, 504.273 millones de pesetas), tendrá en sus especialidades contenidos parecidos a los ya citados. La mitad del personal y el 37% de los créditos se destinarán a asistencia hospitalaria propiamente dicha, cuya plantilla bajará en 1.908 personas (de ellas, 1.158 facultativos). Para los centros del Insalud se fijan como objetivos nueve días de estancia media.

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