Evasiva respuesta de la derecha a la oferta de consenso sobre la OTAN

La oposición conservadora reaccionó ayer con evasivas a la propuesta del presidente del Gobierno, Felipe González, de someter al consenso de todos los grupos parlamentarios la política de defensa nacional y especialmente la permanencia de España en la Alianza Atlántica. En su discurso sobre el estado de la nación, el presidente esbozó con abundantes cifras un panorama optimista sobre la situación económica al cumplirse los dos primeros años de gobierno socialista. No obstante, esta situación se ve ensombrecida por la evolución del desempleo, que es el tema más preocupante para su Gobierno y pa...

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La oposición conservadora reaccionó ayer con evasivas a la propuesta del presidente del Gobierno, Felipe González, de someter al consenso de todos los grupos parlamentarios la política de defensa nacional y especialmente la permanencia de España en la Alianza Atlántica. En su discurso sobre el estado de la nación, el presidente esbozó con abundantes cifras un panorama optimista sobre la situación económica al cumplirse los dos primeros años de gobierno socialista. No obstante, esta situación se ve ensombrecida por la evolución del desempleo, que es el tema más preocupante para su Gobierno y para él personalmente, según manifestó Felipe González.

La propuesta de Felipe González para que sea el Parlamento el que defina por consenso la permanencia de España en la OTAN sorprendió a todos los grupos políticos, que, a excepción de los comunistas, acogieron, finalizado el debate, con reservas, aunque favorablemente, tal propuesta. González anunció que el prometido referéndum sobre la OTAN se celebrará a comienzos de 1986, antes de que finalice el mes de febrero, y propuso también una reducción de la presencia militar norteamericana en España. Por primera vez, el jefe del Ejecutivo se declaró partidario de que nuestro país continúe en la Alianza Atlántica, aunque sin integrarse en la estructura militar.El presidente, que habló durante una hora y 45 minutos, inició su análisis sobre los grandes temas nacionales con la pregunta de si la situación de España es ahora mejor que en 1982. Felipe González, al repasar las diversas áreas de gobierno, dijo que la situación general está mejorando prácticamente en todos los frentes, e hizo referencia al hecho de que ha desaparecido la amenaza involucionista existente en España hace dos años.

El líder de la oposición mayoritaria, Manuel Fraga, en su intervención, no dio ninguna respuesta concreta a la invitación para el consenso formulada por el presidente, y precisó que tal consenso debe ampliarse a otros temas importantes, como la educación. Fraga acusó de incompetencia a varios ministros del Gobierno, y, como punto más destacado de su intervención, anunció la presentación de mociones de reprobación contra los titulares de Asuntos Exteriores, Justicia, Administración Territorial y Presidencia. También insinuó la posibilidad de una próxima moción de censura contra el presidente del Gobierno.

Ayer, en los pasillos, algunos de los grupos parlamentarios que hoy intervendrán en el debate adelantaron sus opiniones, coincidiendo en calificar de "débil" el discurso de González. Miquel Roca, de Minoría Catalana, calificó de "barriobajero" el tono del debate final; Marcos Vizcaya, del Grupo Vasco, acusó de "triunfalista" al presidente del Gobierno por sus afirmaciones sobre las autonomías; Juan María Bandrés, de Euskadiko Ezquerra, disintió con González sobre el avance en el terreno de las libertades y dijo que seguían existiendo torturas, y el comunista Santiago Carrillo calificó el discurso de "muy defensivo". Páginas 13 a 16 Editorias en la Página 10

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