El reparto de las dificultades en la España socialista

Un fantasma de austeridad recorre Europa occidental, acortando enormemente la distancia entre conservadores y socialistas. Con medidas dignas de haber sido tomadas por una Margaret Thatcher del Reino Unido, el primer ministro socialista español, Felipe González, está demostrando hasta qué punto los cambios económicos mundiales de la década de 1970 han alterado la política en la de 1980.Con un paro del 18,5%, González ha convocado a trabajadores e industriales para que negocien despidos más fáciles y salarios reales más bajos durante los dos próximos años. ( ... ) González está intentando prepa...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un fantasma de austeridad recorre Europa occidental, acortando enormemente la distancia entre conservadores y socialistas. Con medidas dignas de haber sido tomadas por una Margaret Thatcher del Reino Unido, el primer ministro socialista español, Felipe González, está demostrando hasta qué punto los cambios económicos mundiales de la década de 1970 han alterado la política en la de 1980.Con un paro del 18,5%, González ha convocado a trabajadores e industriales para que negocien despidos más fáciles y salarios reales más bajos durante los dos próximos años. ( ... ) González está intentando preparar la industria española, protegida desde hace mucho tiempo, para el ingreso en el Mercado Común europeo. Pero, en un sentido más amplio, se está apuntando al movimiento continental para recuperar la competitividad. Se trata de un movimiento que está dejando rápidamente anticuada la política socialdemócrata.

Los socialistas como Felipe González y el presidente francés, François Mitterrand, pretenden distinguirse de Margaret Thatcher y de otros conservadores disfrazando sus programas de austeridad de acuerdos sociales. (...)

Estos pactos bien pueden erosionar la presencia socialista en los medios obreros. Pero González, como Mitterrand, ha reconocido que no hay mejores alternativas en un mundo económicamente integrado. Insistir ahora en los programas socialistas de la posguerra -de estímulos, pleno empleo y nacionalizaciones sería invitar a la inflación y a la huida del capital. ( ... )

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

, 20 de octubre

Archivado En