La policía cree que la bomba contra Thatcher procedía de una fábrica clandestina del IRA

La policía británica trabaja sobre la hipótesis de que la bomba que explotó el pasado viernes en el Grand Hotel de Brighton, donde se alojaban Margaret Thatcher y su Gobierno, procedía de una fábrica clandestina de armas descubierta cerca de Dublín hace tres semanas.

Los policías británicos e irlandeses que efectuaron el hallazgo cuando trabajaban en estrecha colaboración sobre las pistas del atentado perpetrado por el IRA, las pasadas Navidades, contra los almacenes londinenses Harrod's quedaron sorprendidos por la cantidad y la calidad de las armas que encontraron en un pequeño taller...

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La policía británica trabaja sobre la hipótesis de que la bomba que explotó el pasado viernes en el Grand Hotel de Brighton, donde se alojaban Margaret Thatcher y su Gobierno, procedía de una fábrica clandestina de armas descubierta cerca de Dublín hace tres semanas.

Los policías británicos e irlandeses que efectuaron el hallazgo cuando trabajaban en estrecha colaboración sobre las pistas del atentado perpetrado por el IRA, las pasadas Navidades, contra los almacenes londinenses Harrod's quedaron sorprendidos por la cantidad y la calidad de las armas que encontraron en un pequeño taller situado a 15 kilómetros de Dublín. Entre el material, oculto tras un falso techo, había complejos elementos electrónicos de acción retardada, similares a los que controlan el funcionamiento en régimen de programa previo de un vídeo. La policía cree ahora que un dispositivo simílar sirvió para accionar la bomba de Brighton.El hallazgo de la fábrica clandestina hizo sospechar que el IRA preparaba algún atentado importante, y alertó a los servicios de seguridad sobre la gran capacidad operativa de los terroristas irlandeses. Londres piensa que la amenaza sigue planteada tras el atentado de Brighton, y se ha reforzado considerablemente la protección de Margaret Thatcher y sus ministros.

Los accesos al número 10 de Downing Street, residencia londinense de la primera ministra, estaban controlados por la policía, que exigía la identificación de cuantos trataban de penetrar en el recinto. Frente a los que piensan que el atentado del viernes fue lo suficientemente grave como para que políticos británicos adapten sus estilos de vida pública a los riesgos existentes, la propia Margaret Thatcher replicó ayer: "No debemos dejar jamás de mezclarnos con la gente, porque haya un pequeño puñado de violentos, ya que eso es precisamente lo que quieren".

La television británica ha mostrado imágenes de la habitación que la primera ministro y su esposo Denis ocuparon en el Grand Hotel la noche del atentado, y se ha sabido que Thatcher se salvó de la catástrofe porque, dos minutos antes de la explosión, salió del baño, que quedó totalmente destrozado.

Fuentes fiables indican, por otra parte, que las autoridades británicas han pedido al Gobierno norteamericano que prohíba las actividades del Noraid, la organización de ayuda a Irlanda que integra a los irlandeses residentes en EE UU.

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