Crítica:MÚSICA CLÁSICA

Agustín Dumay, un grande de la nueva violinística europea

Cuando se escucha a Agustín Dumay (París, 1949), la memoría sonora y musical impone una evocación: la de Arthur Grumiaux. Ese sonido suave tenso, afectivo; esa luminosidad del fraseo, ese construir blandamente la forma, esa naturalidad de la respiración cualifican el arte de uno como el de otro.Ninguna partitura mejor para un violinista de tales características que el Concierto en mi menor, de Mendelssohn, no ya obra bien hecha, sino rotundamente obra perfecta. Rara vez se integran tan estrecha mente las ideas, la forma, la calidad orquestal, el ritmo sinfónico y la inspir...

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Cuando se escucha a Agustín Dumay (París, 1949), la memoría sonora y musical impone una evocación: la de Arthur Grumiaux. Ese sonido suave tenso, afectivo; esa luminosidad del fraseo, ese construir blandamente la forma, esa naturalidad de la respiración cualifican el arte de uno como el de otro.Ninguna partitura mejor para un violinista de tales características que el Concierto en mi menor, de Mendelssohn, no ya obra bien hecha, sino rotundamente obra perfecta. Rara vez se integran tan estrecha mente las ideas, la forma, la calidad orquestal, el ritmo sinfónico y la inspiración instrumental como en esta precisa página, que el próximo mes de marzo cumplirá 140 años de perdurabilidad.

Orquesta Sinfónica de RTVE

Director: M. A. Gómez-Martínez. Solista: Agustín Dumay, violinista. Obras de Mozart, Mendelssohn, Turina y Guridi.Teatro Real. 11 de octubre.

El trabajo de Agustín Dumay se mueve dentro de una tónica depurada y una expresividad convincente, a las que ha de unirse una flexibilidad en los tempi que provocó algunos momentos de desajuste con la orquesta. La Sinfónica de Radiotelevisión, bajo la dirección del recientemente designado maestro titular, Miguel Angel Gómez Martínez, no lució, por otra parte, calidades sonoras dignas de dar respuesta a un violinista de tantos quilates como Dumay, en el que Szeryng, Grumiaux y Menuhin vieron pronto una gran figura del violín. Estos tres grandes de la violinística mundial estaban convencidos del futuro de Dumay desde que le oyeron tocar en el teatro de los Campos Elíseos de París, en 1963, pues demostró una fuerte personalidad que sabe liberarse de cualquier límite previo, incluido el de una tradición a la que es fiel por vía de la evolución renovadora.

Reducida a la plantilla conveniente, esto es, lo que suele denominarse hoy una formación de cámara, los profesores de la RTVE y Gómez Martínez iniciaron su viaje por el mundo mozartiano, que, junto a la frecuentación de Mahler, define la programación de la Orquesta RTVE en la presente temporada. La correcta visión general de la Sinfonía número 29, en la mayor -una fuente de bellezas- no tuvo una ejecución terminada, aunque, por momentos, nuestras cuerdas se unieron en un bien cantado fraseo. Completaron el programa dos clásicos españoles del nacionalismo: Guridi y Turina, con las Melodías vascas y las Danzas fantásticas.

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