El primer ministro israelí negociara en EE UU la apertura de una nueva línea de crédito

El Gobierno israelí, reunido en sesión extraordinaria, aprobó ayer los objetivos del viaje del primer ministro, Simón Peres, a Estados Unidos. Peres sale para Washington el 8 de octubre, y sus encuentros con el presidente Ronald Reagan y otros dirigentes estadounidenses tratarán sobre Líbano, las relaciones con Egipto, la cooperación estratégica entre Israel y Estados Unidos y los problemas económicos con los que se enfrenta el nuevo Gobierno de unión nacional.

Precisamente el tema económico será el centro de las deliberaciones. El primer ministro, Peres, se esforzará por conseguir la e...

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El Gobierno israelí, reunido en sesión extraordinaria, aprobó ayer los objetivos del viaje del primer ministro, Simón Peres, a Estados Unidos. Peres sale para Washington el 8 de octubre, y sus encuentros con el presidente Ronald Reagan y otros dirigentes estadounidenses tratarán sobre Líbano, las relaciones con Egipto, la cooperación estratégica entre Israel y Estados Unidos y los problemas económicos con los que se enfrenta el nuevo Gobierno de unión nacional.

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Precisamente el tema económico será el centro de las deliberaciones. El primer ministro, Peres, se esforzará por conseguir la entrega inmediata de la ayuda financiera estadounidense prevista para 1985, así como la apertura de una línea de crédito de al menos 500 millones de dólares (unos 85.000 millones de pesetas) para restablecer la confianza de los bancos extranjeros en la capacidad de Israel para pagar sus deudas.Las nuevas medidas de austeridad decretadas por el Gobierno -entre ellas, el cese de la importación de 50 productos diversos durante los próximos seis meses- tienen un doble objetivo. Por una parte, frenar la salida de reservas en divisas extranjeras, que se han reducido en mil. millones de dólares durante los tres últimos meses y en la actualidad están en torno a los 2.080 millones de dólares. Esta cantidad es apenas suficiente para comprar las materias primas necesarias para la industria israelí durante un máximo de seis semanas.

Se limita la salida de divisas

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Una medida complementaria es la reducción de la cantidad de divisas que los israelíes pueden llevar al extranjero. En lugar de 2.000 dólares, cada israelí sólo podrá comprar en los bancos mil dólares. Durante el verano pasado, cerca de medio millón de israelíes salieron del país para pasar sus vacaciones en el extranjero. "Han sacado mil millones de dólares de una caja vacía", declaró Peres, quien añadió con un tono casi patético: "No tengo la intención de presentarme ante la Administración estadounidense con la mano extendida como un mendigo. Nuestros amigos norteamericanos deben saber que contamos ante todo con nuestro propio esfuerzo, con nuestra determinación de reducir nuestros gastos".

Por otra parte, se trata de crear un efecto psicológico favorable en EE UU. Peres no quería llegar a Washington sin poder mostrar a sus interlocutores que su Gobierno toma -ha tomado ya- medidas concretas para reconducir la economía en medio de un régimen de austeridad. Y precisamente por esta segunda razón, el Gobierno ha decretado la detención temporal de la importación de los artículos de lujo. No todos los ministros han estado de acuerdo con estas impopulares medidas, que sólo ahorrarán al Tesoro entre 250 y 300 millones de dólares durante los seis meses previstos. "Es una gota de agua en el mar", han afirmado varios ministros, "sobre todo, porque el Tesoro perderá en tasas a la importación el equivalente a 500 millones de dólares y provocará despidos masivos entre los importadores, incrementando el desempleo con unos 16.000 nuevos parados".

La principal crítica se centra en la ausencia de un plan de saneamiento económico de conjunto, que muestre al pueblo israelí los objetivos centrales del Tesoro y las diversas etapas en que se desarrollarán. "Sin eso, no habrá credibilidad, y sin credibilidad no se puede contar con la cooperación de la gente y con su voluntad de aceptar sacrificios", ha dicho el ministro laborista de Economía, Gad Jacobi. A lo que el ministro de Finanzas, Isaac Moda¡, ha replicado que "cuando la casa está en llamas, hay que apagar primero el incendio".

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