La Administración reconoce la 'anómala' relación pesquera que existe con Marruecos

La Administración pesquera española es consciente de la situación anómala creada con Marruecos a raíz del incidente del Santa Teresa de Jesús, que se concreta en el apresamiento masivo de barcos por parte de dicho país. Sin embargo, las autoridades confían en que tras la resolución del expediente sobre el citado pesquero y la salida que se le ve al caso de los dos militares marroquíes retenidos por dicho pesquero y que se encuentran en Lanzarote, las relaciones vuelvan a la normalidad.El secretario general de Pesca, Miguel Oliver, anunció ayer a este periódico q...

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La Administración pesquera española es consciente de la situación anómala creada con Marruecos a raíz del incidente del Santa Teresa de Jesús, que se concreta en el apresamiento masivo de barcos por parte de dicho país. Sin embargo, las autoridades confían en que tras la resolución del expediente sobre el citado pesquero y la salida que se le ve al caso de los dos militares marroquíes retenidos por dicho pesquero y que se encuentran en Lanzarote, las relaciones vuelvan a la normalidad.El secretario general de Pesca, Miguel Oliver, anunció ayer a este periódico que en los próximos días se celebrará la vista de los hechos que rodearon el desvío del barco alicantino Santa Teresa de Jesús a Arrecife de Lanzarote, dentro del expediente incoado ya por la Comandancia de Marina de Las Palmas.

Los armadores canarios se niegan a aceptar ningún tipo de culpabilidad en el apresamiento de dos de sus barcos pertenecientes a la flota arrastrera, el Isla de Alegranza y el Lulu, acusados por Marruecos de faenar dentro de las 12 millas de la zona de seguridad. Según declaró ayer José Ramón Fontán, director gerente de la Agrupación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Cefalópodos (Anacef), "nos retienen los barcos por pescar a 11,8 millas, y además es falso. No asumimos ninguna culpabilidad y nos reservamos cualquier tipo de acción para demostrarlo donde sea necesario".

En este sentido, cabe pensar que los armadores están dispuestos a llevar sus reclamaciones al seno de la comisión mixta hispano-marroquí de seguimiento del acuerdo pesquero si se ven obligados a abonar algún tipo dé multas para lograr que sus embarcaciones vuelvan a la mar después de 16 días de retención en el puerto de Dajlha.

Esta comisión mixta se reunirá los primeros días de octubre, fecha fijada por Marruecos al solicitar España una convocatoria de la misma para desbloquear la situación planteada a lo largo de este mes. Los encuentros deben ser alternativamente en uno y otro país, y España, a pesar de que le correspondía ahora ser sede, ha expresado a Marruecos su conformidad en cederle tal derecho.

A pesar de las especiales circunstancias que explican el gesto de mano dura marroquí en sus caladeros, las autoridades de pesca españolas hacen un esfuerzo por desdramatizar el conflicto existente. "El convenio pesquero iba muy bien, y aún en estos momentos el trato entre ambas partes es fluido", declaró Oliver.

Un funcionario de la Secretaría General de Pesca se encuentra en Marruecos para abonar los cánones -pertenecientes al último trimestre- de los cerca de 900 barcos que faenan en estas aguas.

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