El acuerdo económico y social, difícil pero necesario

Las negociaciones para alcanzar un acuerdo económico y social entre Gobierno, sindicatos y empresarios han entrado este fin de semana en la recta final rodeada de cierta ambigüedad y escepticismo. Desde que comenzó a hablarse de este acuerdo se vio la dificultad para encontrar un punto de convergencia entre el Gobierno, que debía dar un giro a la política de gasto público y de empleo y mostrarse drástico ante laempresa pública y la Seguridad Social, olvidando ciertas fáciles promesas electorales y la presión sindical, sobre todo de CC OO, para evitar las consecuencias de los ajustes necesarios...

Las negociaciones para alcanzar un acuerdo económico y social entre Gobierno, sindicatos y empresarios han entrado este fin de semana en la recta final rodeada de cierta ambigüedad y escepticismo. Desde que comenzó a hablarse de este acuerdo se vio la dificultad para encontrar un punto de convergencia entre el Gobierno, que debía dar un giro a la política de gasto público y de empleo y mostrarse drástico ante laempresa pública y la Seguridad Social, olvidando ciertas fáciles promesas electorales y la presión sindical, sobre todo de CC OO, para evitar las consecuencias de los ajustes necesarios. A su vez, los empresanos exigían recortes del gasto público y flexibilización laboral. (...) Pero ¿es posible el acuerdo económico y social? Existen dificultades, pero analizando a, fondo el comportamiento de cada uno de los participantes en las reuniones, se llega a la conclusión de que no todas las posturas son opuestas. En realidad, la que más marca el distanciamiento es Comisiones Obreras con su obsesión por aumentar la inversión pública sin tomar en consideración que uno de los objetivos fundamentales de la lucha contra la crisis es la reducción del déficit presupuestario.Los otros tres participantes en las reuniones -Gobierno, CEOE y UGT-, dentro de sus diferencias, muestran unas posturas que no son irreconciliables.

16 de septiembre