Dos médicos valencianos consiguen curar un tipo de ceguera propio de adictos a la heroína

,Los doctores Jesús de la Cuadra y Baltasar Moratal del Hospital General de Valencia, han conseguido tratar con éxito un tipo de ceguera que se da de forma epidémica en algunos heroinómanos. Con la ayuda de los servicios a los que pertenecen -Dermatología y Oftalmología- han podido establecer que estos casos, atribuidos inicialmente a la acción del talco a otros elementos adulterantes en la heroína, se producen por el desarrollo de una infección generada por el hongo denominado Candida albicans. De los 11 pacientes con dificultades en la visión -la enfermedad produce una ceguera progresiva cu...

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,Los doctores Jesús de la Cuadra y Baltasar Moratal del Hospital General de Valencia, han conseguido tratar con éxito un tipo de ceguera que se da de forma epidémica en algunos heroinómanos. Con la ayuda de los servicios a los que pertenecen -Dermatología y Oftalmología- han podido establecer que estos casos, atribuidos inicialmente a la acción del talco a otros elementos adulterantes en la heroína, se producen por el desarrollo de una infección generada por el hongo denominado Candida albicans. De los 11 pacientes con dificultades en la visión -la enfermedad produce una ceguera progresiva cuyo grado depende de lo avanzado de la infección- que han tratado, cinco se han curado ya totalmente y el resto está en vías de curación.

Los dos médicos han iniciado ahora una investigación., subvencionada por la Diputación Provincial de Valencia -a la que pertenece el Hospital General-, con el fin de intentar determinar la presencia de la Candida albicans en la heroína marrón, lo que no han podido demostrar hasta el momento. Esta investigación entraña algunas dificultades, especialmente económicas, como la consecución de la droga.Este hongo, según explica e doctor De la Cuadra, vive en las mucosas de los mamíferos, entre ellos el hombre, y puede producir infecciones sólo en determinadas condiciones. Estas infecciones, siempre en casos aislados, se solían dar en cancerosos, inmunodeprimidos, pacientes con tratamiento antibiótico prolongado, diabéticos y otros; pero en los últimos años sus síntomas aparecieron de forma epidémica en heroinómanos, en varias ciudades españolas y también en el extranjero. El doctor De la Cuadra conocía, a partir de una revisión de dermatólogos celebrada en París en 1981, algún caso de infección por el hongo en heroinómanos.

El problema estribaba en que la ceguera es un estadio superior de la infección que no se da en todos los pacientes. Los primeros síntomas son afecciones de la piel que a veces curan sin tener mayores consecuencias. Mientras el Servicio de Dermatología del hospital había tratado pacientes con estos síntomas, el de Oftalmología encontraba otros con ceguera en mayor o menor grado cuyo origen se desconocía.

Finalmente, los doctores De la Cuadra y Moratal pensaron en la hipótesis de que la ceguera estaba producida por la Candida y pudieron descubrir el hongo en los pacientes. A partir de ahí se inició con éxito el tratamiento con anfotericina, un antimicático, por vía intravenosa primero e intraocular más tarde. Aunque los dos médicos no se quieren pronunciar con rotundidad sobre el éxito de esta segunda vía, lo cierto es que la han empleado en dos pacientes y parece que su evolución favorable es más rápida que en los otros.

Un absceso en el ojo

Las dificultades de visión las produce un absceso en el interior del ojo, originado, al parecer, por la presencia del hongo dentro del globo. Conforme crece, el absceso va tapando una mayor parte de la retina y la visión disminuye. El doctor Moratal ha realizado una serie de fotografías del interior de los ojos afectados en las que se puede apreciar la reducción del tamaño de los abscesos debido al tratamiento.Hay todavía varios aspectos oscuros, que son los que se están investigando. Por una parte, aún no han conseguido demostrar la presencia del hongo en el líquido ocular de los pacientes -aunque sí en la sangre-, lo que los médicos atribuyen al fuerte aislamiento que produce el absceso.

Por otra, tampoco es seguro que el hongo se encuentre en la heroína, ya que puede ser que ésta o los elementos adulterantes favorezcan el paso desde el aparato digestivo, donde se encuentra habitualmente, hacia la sangre. Lo que sí se ha descartado es que el elemento patógeno se originase por el limón con que algunos heroinómanos disuelven la droga o debido a la costumbre de otros de chupar la aguja antes de inyectarse.

Para el doctor De la Cuadra, la hipótesis más sugestiva es la infección de carácter exógeno por contaminación de la droga, que tampoco se ha podido demostrar. El médico sospecha que tal contaminación se produciría en partidas pequeñas de droga, por el transporte intestinal o vaginal y posterior manipulación de la heroína en condiciones poco higiénicas".

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